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miércoles, 19 de octubre de 2011
Tradiciones y símbolos de haloween
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martes, 17 de mayo de 2011
Ya soy salvo, ahora que,,,
1. Asegúrese de entender la salvación.
1 Juan 5:13 nos dice, “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna”. Dios quiere que entendamos la salvación. Dios quiere que tengamos la confianza de saber con seguridad que somos salvos. Vayamos brevemente a los puntos clave de la salvación:
(a) Todos hemos pecado. Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios (Romanos 3:23).
(b) Merecemos ser castigados con la separación eterna de Dios, a causa de nuestro pecado (Romanos 6:23).
(c) Jesús murió en la cruz para pagar la penalidad por nuestros pecados (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21).
(d) Dios otorga perdón y salvación a todos aquellos que ponen su fe en Jesús – confiando en Su muerte, como pago por nuestros pecados (Juan 3:16; Romanos 5:1; Romanos 8:1).
¡Ese es el mensaje de salvación! Si ha puesto su fe en Jesucristo como su Salvador, usted es salvo! Todos sus pecados son perdonados, y Dios promete nunca dejarlo o desampararlo (Romanos 8:38-39; Mateo 28:20). Recuerde, su salvación está segura en Jesucristo (Juan 10:28-29). ¡Si usted confía solo en Jesús como su Salvador, puede tener la confianza de que va a pasar la eternidad con Dios en el cielo!
2. Encuentre una buena iglesia que enseñe la Biblia.
No piense en la iglesia como un edificio. La iglesia es la gente. Es muy importante que los creyentes en Jesucristo tengan compañerismo unos con otros. Ese es uno de los propósitos principales de la iglesia. Ahora que usted ha puesto su fe en Jesucristo, le animamos firmemente a encontrar por su sector, una iglesia creyente en la Biblia, hable con el pastor. Hágale saber acerca de su nueva fe en Jesucristo.
Un segundo propósito de la iglesia, es enseñar la Biblia. Usted puede aprender cómo aplicar las enseñanzas de Dios en su vida. Entender la Biblia es la clave para vivir una vida Cristiana exitosa y poderosa. 2 Timoteo 3:16-17 dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Un tercer propósito de la iglesia es la adoración. ¡La adoración es dar gracias a Dios por todo lo que ha hecho! Dios nos ha salvado. Dios nos ama. Dios es nuestro proveedor. Dios nos guía y nos dirige. ¿Cómo no agradecerle? Dios es santo, justo, cariñoso, misericordioso, y lleno de gracia. Apocalipsis 4:11 declara, “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.
3. Aparte cada día un tiempo para enfocarse en Dios.
Es muy importante para nosotros cada día, pasar tiempo enfocándonos en Dios. Algunas personas denominan a este, un “tiempo a solas.” Otros lo llaman “tiempo de devoción,” porque este es un tiempo cuando nos dedicamos a Dios. Algunos prefieren apartar tiempo en las mañanas, mientras otros prefieren el atardecer. No importa cómo denomine a este tiempo o cuándo lo haga. Lo que importa es que usted pase regularmente tiempo con Dios. ¿Qué eventos preparan nuestro tiempo con Dios?
(a) Oración.- La oración sencillamente es hablar con Dios. Hablar con Dios acerca de sus preocupaciones y problemas. Pedir a Dios que le de sabiduría y guía. Pedir a Dios que provea sus necesidades. Decirle a Dios cuánto lo ama y cuánto aprecia todo lo que hace por usted. De eso se trata la oración.
(b) Lectura bíblica.- Además de recibir enseñanza Bíblica en la iglesia, en la Escuela Dominical, y/o en los estudios bíblicos – es necesario que lea la Biblia por usted mismo. La Biblia contiene todo lo que necesita conocer a fin de vivir una vida Cristiana exitosa. Esta contiene la guía de Dios para tomar decisiones sabias, cómo conocer la voluntad de Dios, cómo ministrar a otros, y cómo crecer espiritualmente. La Biblia esencialmente es el manual de enseñanza de Dios para saber cómo vivir nuestra vida de una manera que le agrademos y nos sintamos satisfechos.
4. Desarrollar relaciones con gente que puede ayudarnos espiritualmente.
1 Corintios 15:33 nos dice, “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” La Biblia está llena de advertencias acerca de la influencia que la gente “mala” puede tener sobre nosotros. Pasar tiempo con aquellos que se ocupan de actividades pecaminosas, va a causar que seamos tentados por aquellas actividades. El carácter de aquellos que nos rodean va a “pegarse” en nosotros. Por esa razón es tan importante rodearnos de otra gente que ama al Señor y está comprometida con El.
Trate de encontrar un amigo o dos, talvez de su iglesia, alguien quien pueda ayudarlo y animarlo (Hebreos 3:13; 10:24). Pida a sus amigos que lo mantengan responsable con respecto a su tiempo a solas, sus actividades, y su caminar con Dios. Pregúnteles si usted puede hacer lo mismo por ellos. Esto no significa que tiene que abandonar a todos sus amigos que no conocen al Señor Jesús como su Salvador. Siga siendo su amigo y ámelos. Simplemente permítales conocer que Jesús ha cambiado su vida, y que no puede hacer todas las mismas cosas que solía hacer. Pídale a Dios que le de oportunidades para compartir de Jesús con sus amigos.
5. Bautizarse.
Mucha gente malentiende el bautismo. La palabra “bautizar” significa sumergir en agua. El bautismo es la manera bíblica de proclamar públicamente su nueva fe en Cristo y su compromiso de seguirle. La acción de ser sumergido en agua ilustra el ser enterrado con Cristo. La acción de salir del agua ilustra la resurrección de Cristo. Bautizarse es identificarse con la muerte, entierro y resurrección de Jesús (Romanos 6:3-4).
El bautismo no es lo que lo salva. El bautismo no le quita sus pecados. El bautismo simplemente es un paso de obediencia, una proclamación pública de su fe solo en Cristo para salvación. El bautismo es importante porque es un paso de obediencia – declarar públicamente la fe en Cristo y su compromiso con El. Si usted está listo para ser bautizado, debe hablar con un pastor.
1 Juan 5:13 nos dice, “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna”. Dios quiere que entendamos la salvación. Dios quiere que tengamos la confianza de saber con seguridad que somos salvos. Vayamos brevemente a los puntos clave de la salvación:
(a) Todos hemos pecado. Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios (Romanos 3:23).
(b) Merecemos ser castigados con la separación eterna de Dios, a causa de nuestro pecado (Romanos 6:23).
(c) Jesús murió en la cruz para pagar la penalidad por nuestros pecados (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21).
(d) Dios otorga perdón y salvación a todos aquellos que ponen su fe en Jesús – confiando en Su muerte, como pago por nuestros pecados (Juan 3:16; Romanos 5:1; Romanos 8:1).
¡Ese es el mensaje de salvación! Si ha puesto su fe en Jesucristo como su Salvador, usted es salvo! Todos sus pecados son perdonados, y Dios promete nunca dejarlo o desampararlo (Romanos 8:38-39; Mateo 28:20). Recuerde, su salvación está segura en Jesucristo (Juan 10:28-29). ¡Si usted confía solo en Jesús como su Salvador, puede tener la confianza de que va a pasar la eternidad con Dios en el cielo!
2. Encuentre una buena iglesia que enseñe la Biblia.
No piense en la iglesia como un edificio. La iglesia es la gente. Es muy importante que los creyentes en Jesucristo tengan compañerismo unos con otros. Ese es uno de los propósitos principales de la iglesia. Ahora que usted ha puesto su fe en Jesucristo, le animamos firmemente a encontrar por su sector, una iglesia creyente en la Biblia, hable con el pastor. Hágale saber acerca de su nueva fe en Jesucristo.
Un segundo propósito de la iglesia, es enseñar la Biblia. Usted puede aprender cómo aplicar las enseñanzas de Dios en su vida. Entender la Biblia es la clave para vivir una vida Cristiana exitosa y poderosa. 2 Timoteo 3:16-17 dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Un tercer propósito de la iglesia es la adoración. ¡La adoración es dar gracias a Dios por todo lo que ha hecho! Dios nos ha salvado. Dios nos ama. Dios es nuestro proveedor. Dios nos guía y nos dirige. ¿Cómo no agradecerle? Dios es santo, justo, cariñoso, misericordioso, y lleno de gracia. Apocalipsis 4:11 declara, “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.
3. Aparte cada día un tiempo para enfocarse en Dios.
Es muy importante para nosotros cada día, pasar tiempo enfocándonos en Dios. Algunas personas denominan a este, un “tiempo a solas.” Otros lo llaman “tiempo de devoción,” porque este es un tiempo cuando nos dedicamos a Dios. Algunos prefieren apartar tiempo en las mañanas, mientras otros prefieren el atardecer. No importa cómo denomine a este tiempo o cuándo lo haga. Lo que importa es que usted pase regularmente tiempo con Dios. ¿Qué eventos preparan nuestro tiempo con Dios?
(a) Oración.- La oración sencillamente es hablar con Dios. Hablar con Dios acerca de sus preocupaciones y problemas. Pedir a Dios que le de sabiduría y guía. Pedir a Dios que provea sus necesidades. Decirle a Dios cuánto lo ama y cuánto aprecia todo lo que hace por usted. De eso se trata la oración.
(b) Lectura bíblica.- Además de recibir enseñanza Bíblica en la iglesia, en la Escuela Dominical, y/o en los estudios bíblicos – es necesario que lea la Biblia por usted mismo. La Biblia contiene todo lo que necesita conocer a fin de vivir una vida Cristiana exitosa. Esta contiene la guía de Dios para tomar decisiones sabias, cómo conocer la voluntad de Dios, cómo ministrar a otros, y cómo crecer espiritualmente. La Biblia esencialmente es el manual de enseñanza de Dios para saber cómo vivir nuestra vida de una manera que le agrademos y nos sintamos satisfechos.
4. Desarrollar relaciones con gente que puede ayudarnos espiritualmente.
1 Corintios 15:33 nos dice, “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” La Biblia está llena de advertencias acerca de la influencia que la gente “mala” puede tener sobre nosotros. Pasar tiempo con aquellos que se ocupan de actividades pecaminosas, va a causar que seamos tentados por aquellas actividades. El carácter de aquellos que nos rodean va a “pegarse” en nosotros. Por esa razón es tan importante rodearnos de otra gente que ama al Señor y está comprometida con El.
Trate de encontrar un amigo o dos, talvez de su iglesia, alguien quien pueda ayudarlo y animarlo (Hebreos 3:13; 10:24). Pida a sus amigos que lo mantengan responsable con respecto a su tiempo a solas, sus actividades, y su caminar con Dios. Pregúnteles si usted puede hacer lo mismo por ellos. Esto no significa que tiene que abandonar a todos sus amigos que no conocen al Señor Jesús como su Salvador. Siga siendo su amigo y ámelos. Simplemente permítales conocer que Jesús ha cambiado su vida, y que no puede hacer todas las mismas cosas que solía hacer. Pídale a Dios que le de oportunidades para compartir de Jesús con sus amigos.
5. Bautizarse.
Mucha gente malentiende el bautismo. La palabra “bautizar” significa sumergir en agua. El bautismo es la manera bíblica de proclamar públicamente su nueva fe en Cristo y su compromiso de seguirle. La acción de ser sumergido en agua ilustra el ser enterrado con Cristo. La acción de salir del agua ilustra la resurrección de Cristo. Bautizarse es identificarse con la muerte, entierro y resurrección de Jesús (Romanos 6:3-4).
El bautismo no es lo que lo salva. El bautismo no le quita sus pecados. El bautismo simplemente es un paso de obediencia, una proclamación pública de su fe solo en Cristo para salvación. El bautismo es importante porque es un paso de obediencia – declarar públicamente la fe en Cristo y su compromiso con El. Si usted está listo para ser bautizado, debe hablar con un pastor.
sábado, 23 de abril de 2011
¿Qué es el Sábado Santo?
El Sábado Santo es el nombre dado al día entre el Viernes Santo y el Domingo de Pascua. Algunos cristianos reconocen este día como el séptimo día de la Semana Santa, el día en que Jesús "descansó" de su obra de proveer la salvación para el mundo. El Sábado Santo es el día en que Jesús permaneció en la tumba donde había sido enterrado después de Su crucifixión (Mateo 27,59-60; Marcos 15:46, Lucas 23:53-54, Juan 19:39-42). Si una iglesia celebra el Sábado Santo, es tradicionalmente realizado por la observación de un día de reflexión sombría, contemplando el mundo de oscuridad que existiría sin la esperanza de la resurrección de Cristo.
La única referencia bíblica a lo que sucedió el sábado entre la muerte y resurrección de Jesús se encuentra en Mateo 27:62-66. Después de la puesta del sol del sábado, al final del día de reposo - los sumos sacerdotes y fariseos fueron a Poncio Pilato y le pidieron que un guardia se colocara en la tumba de Jesús para evitar que sus discípulos sacaran y llevaran el cuerpo. Se acordaban de que Jesús dijo que resucitaría en tres días (Juan 2:19-21) y querían hacer todo lo posible para evitarlo. Sabemos de los siguientes relatos que los guardias romanos eran insuficientes para impedir la resurrección y los que regresaron a la tumba la mañana del domingo la encontraron vacía. El Señor había resucitado.
viernes, 22 de abril de 2011
¿Qué es el Viernes Santo?
El Viernes Santo es el viernes justo antes del domingo de Pascua. Se celebra tradicionalmente como el día en que fue crucificado Jesús. Si usted está interesado en un estudio de este asunto, por favor, consulte nuestro artículo que trata las diversas opiniones respecto al día en que fue crucificado Jesús. Suponiendo que Jesús fue crucificado y murió el día viernes, ¿los cristianos deben recordar la muerte de Jesús con la celebración del Viernes Santo?
La Biblia no da instrucciones a los cristianos a recordar la muerte de Cristo, honrándolo en un día determinado. La Biblia nos da libertad en estas cuestiones, sin embargo. Romanos 14:5 nos dice: "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” En vez de recordar la muerte de Cristo en un día determinado, una vez al año, la Biblia nos enseña a recordar la muerte de Cristo mediante la observancia de la Cena del Señor. Primera a los Corintios 11:24-26 declara, "... haced esto en memoria de mí ... todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.”
¿Por qué se refiere al Viernes Santo como "santo"? Lo que las autoridades judías y los romanos le hicieron a Jesús definitivamente no era santo (ver Mateo: capítulos 26-27). Sin embargo, ¡los resultados de la muerte de Cristo son muy buenos! Romanos 5:8 "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." Primera de Pedro 3:18 nos dice: " Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu".
Muchas iglesias cristianas celebran el Viernes Santo con un servicio solemne, generalmente por la noche, en el que la muerte de Cristo se recuerda con himnos solemnes, oraciones de acción de gracias, un mensaje centrado en el sufrimiento de Cristo por nosotros, y la observancia de la Cena del Señor. Sea o no que los Cristianos optan por "celebrar" el Viernes Santo, los acontecimientos de ese día deben ser siempre en nuestras mentes, porque la muerte de Cristo en la cruz es el acontecimiento fundamental de la fe cristiana.
¿Fue Jesús crucificado en viernes?
La Biblia no hace una declaración específica en cuanto al día de la semana en que Jesús fue crucificado. Las dos más extendidas opiniones son que en viernes y miércoles. Algunos, sin embargo, usando una síntesis de ambos argumentos, el viernes y miércoles, aceptan el jueves como el día más probable.
Jesús dijo en Mateo 12:40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” Aquellos que opinan que la crucifixión fue en viernes, dicen que existe una manera válida en la cual pudo haberse considerado que ÉL permaneció en la tumba por tres días. En la mentalidad judía del primer siglo, parte de un día era considerado como un día completo. Puesto que Jesús estuvo en la tumba parte del viernes, todo el sábado y parte del domingo, pudieron haber considerado que efectivamente Él estuvo ahí por tres días. Uno de los principales argumentos sobre el viernes se encuentra en Marcos 15:42 donde dice que Jesús fue crucificado “la víspera del día de reposo” (el día anterior al Sabbath o sábado) Si ese era el Sabbath semanal, entonces el hecho nos lleva a la crucifixión el viernes. Otro argumento para el viernes dice que los versos tales como Mateo 16:21 y Lucas 9:22 enseñan que Jesús resucitaría en el tercer día, por lo que ÉL no necesitaría estar en la tumba los tres días y noches completos. Pero mientras algunos traductores usan “en el tercer día” para estos versos, no todos lo hacen, y no todos están de acuerdo que esa sea la mejor manera de traducirlos. Es más, Marcos 8:31 dice que Jesús resucitaría “después” de tres días.
El argumento sobre el jueves se impone sobre la opinión del viernes, y simplemente exponen que hubieron demasiados eventos (algunos cuentan hasta veinte) sucediendo entre la sepultura de Cristo y la mañana del domingo, para que ocurriera del viernes en la tarde al domingo por la mañana. Ellos señalan que este es específicamente un problema, cuando el único día completo entre el viernes y el domingo fue el sábado, el Sabbath judío. Un día extra o dos eliminan ese problema. Los que abogan por el jueves razonan: Supongamos que no has visto a un amigo desde el lunes al anochecer. La siguiente vez que lo ves es el jueves por la mañana y dices, “no te he visto en tres días” , aunque técnicamente solo han pasado 60 horas (2.5 días). Si Jesús fue crucificado en jueves, este ejemplo muestra como pueden ser considerados los tres días.
Los que opinan sobre el miércoles dicen que hubo dos Sabbaths esa semana. Después del primero (el que ocurrió al anochecer de la crucifixión, Marcos 15:42; Lucas 23:52-54) las mujeres compraron las especias. Nótese que las mujeres lo hacen después del sábado (Marcos 16:1). Los que se inclinan a favor del miércoles sostienen que ese “Sabbath” era la Pascua (ver Levíticos 16:29-31; 23:24-32, 39 donde los grandes días sagrados no eran necesariamente uno de los siete días de la semana referido como el Sabbath) El segundo Sabbath de esa semana era un sábado normal. Nótese que en Lucas 23:56, las mujeres que habían comprado las especias después del primer Sabbath, regresaron y prepararon las especias y entonces “descansaron el día de reposo conforme al mandamiento”. El argumento establece que ellas no pudieron haber comprado las especias después del Sabbath, y al mismo tiempo preparar las especias antes del Sabbath, a menos que hubieran dos Sabbaths. Con el punto de vista de los dos Sabbaths, si Cristo fue crucificado en jueves, entonces el gran y sagrado Sabbath (la Pascua) habría comenzado el jueves al nochecer y terminaría el viernes al anochecer, al inicio del Sabbath o sábado semanal. El comprar las especias después del primer Sabbath (Pascua) hubiera significado que ellas las compraron en sábado, quebrantando así la ley.
Por lo tanto, esta opinión declara que, la única explicación que no viola el relato de las mujeres y las especias y se ajusta a la comprensión literal de Mateo 12:40, es que Cristo fue crucificado en miércoles. El Sabbath que fue día santo (Pascua) ocurrió en jueves, las mujeres compraron especias (después de esto) el viernes y regresaron y prepararon las especias ese mismo día, descansando el sábado que era el día de la semana, entonces trajeron las especias a la tumba el domingo muy temprano. ÉL fue sepultado cerca del anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves en el calendario judío. Utilizando un calendario judío, tenemos: el anochecer del jueves (noche uno), día del jueves (día uno), anochecer del viernes (noche dos), día del viernes (día dos), anochecer del sábado (noche tres), día del sábado (día tres). No sabemos exactamente cuándo Él resucitó, pero sí sabemos que fue al amanecer del domingo (Juan 20:1, “...María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.” ) así que Jesús pudo haber resucitado justo después del anochecer del sábado por la noche, el cual iniciaba el primer día de la semana para los judíos.
Un posible problema con la opinión sobre el miércoles, es que los discípulos que caminaron con Jesús yendo a Emaús, lo hicieron “el mismo día” de Su resurrección (Lucas 24:13). Los discípulos, quienes no reconocieron a Jesús, le contaron sobre la crucifixión (24:20) y dijeron que “... hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (24:21). De miércoles a sábado hay cuatro días. Una posible explicación es que ellos pudieron haber contado el sepelio de Cristo desde el anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves judío, y pudieron haber contado como tres días de jueves a domingo.
En el gran esquema de las cosas, no es tan importante saber qué día de la semana fue crucificado Jesucristo. Si fuera tan importante, la Palabra de Dios nos lo hubiera comunicado claramente. Lo que es importante es que Él murió, y que Él, físicamente en su cuerpo mortal, resucitó de entre los muertos. Y también lo que es igualmente importante es la razón por la que Él murió; -- para librarnos del castigo que merecemos todos los pecadores. Juan 3:16 y 3:36 proclaman ambos que creyendo, o poniendo tu confianza en Él ¡resulta para vida eterna!
Jesús dijo en Mateo 12:40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” Aquellos que opinan que la crucifixión fue en viernes, dicen que existe una manera válida en la cual pudo haberse considerado que ÉL permaneció en la tumba por tres días. En la mentalidad judía del primer siglo, parte de un día era considerado como un día completo. Puesto que Jesús estuvo en la tumba parte del viernes, todo el sábado y parte del domingo, pudieron haber considerado que efectivamente Él estuvo ahí por tres días. Uno de los principales argumentos sobre el viernes se encuentra en Marcos 15:42 donde dice que Jesús fue crucificado “la víspera del día de reposo” (el día anterior al Sabbath o sábado) Si ese era el Sabbath semanal, entonces el hecho nos lleva a la crucifixión el viernes. Otro argumento para el viernes dice que los versos tales como Mateo 16:21 y Lucas 9:22 enseñan que Jesús resucitaría en el tercer día, por lo que ÉL no necesitaría estar en la tumba los tres días y noches completos. Pero mientras algunos traductores usan “en el tercer día” para estos versos, no todos lo hacen, y no todos están de acuerdo que esa sea la mejor manera de traducirlos. Es más, Marcos 8:31 dice que Jesús resucitaría “después” de tres días.
El argumento sobre el jueves se impone sobre la opinión del viernes, y simplemente exponen que hubieron demasiados eventos (algunos cuentan hasta veinte) sucediendo entre la sepultura de Cristo y la mañana del domingo, para que ocurriera del viernes en la tarde al domingo por la mañana. Ellos señalan que este es específicamente un problema, cuando el único día completo entre el viernes y el domingo fue el sábado, el Sabbath judío. Un día extra o dos eliminan ese problema. Los que abogan por el jueves razonan: Supongamos que no has visto a un amigo desde el lunes al anochecer. La siguiente vez que lo ves es el jueves por la mañana y dices, “no te he visto en tres días” , aunque técnicamente solo han pasado 60 horas (2.5 días). Si Jesús fue crucificado en jueves, este ejemplo muestra como pueden ser considerados los tres días.
Los que opinan sobre el miércoles dicen que hubo dos Sabbaths esa semana. Después del primero (el que ocurrió al anochecer de la crucifixión, Marcos 15:42; Lucas 23:52-54) las mujeres compraron las especias. Nótese que las mujeres lo hacen después del sábado (Marcos 16:1). Los que se inclinan a favor del miércoles sostienen que ese “Sabbath” era la Pascua (ver Levíticos 16:29-31; 23:24-32, 39 donde los grandes días sagrados no eran necesariamente uno de los siete días de la semana referido como el Sabbath) El segundo Sabbath de esa semana era un sábado normal. Nótese que en Lucas 23:56, las mujeres que habían comprado las especias después del primer Sabbath, regresaron y prepararon las especias y entonces “descansaron el día de reposo conforme al mandamiento”. El argumento establece que ellas no pudieron haber comprado las especias después del Sabbath, y al mismo tiempo preparar las especias antes del Sabbath, a menos que hubieran dos Sabbaths. Con el punto de vista de los dos Sabbaths, si Cristo fue crucificado en jueves, entonces el gran y sagrado Sabbath (la Pascua) habría comenzado el jueves al nochecer y terminaría el viernes al anochecer, al inicio del Sabbath o sábado semanal. El comprar las especias después del primer Sabbath (Pascua) hubiera significado que ellas las compraron en sábado, quebrantando así la ley.
Por lo tanto, esta opinión declara que, la única explicación que no viola el relato de las mujeres y las especias y se ajusta a la comprensión literal de Mateo 12:40, es que Cristo fue crucificado en miércoles. El Sabbath que fue día santo (Pascua) ocurrió en jueves, las mujeres compraron especias (después de esto) el viernes y regresaron y prepararon las especias ese mismo día, descansando el sábado que era el día de la semana, entonces trajeron las especias a la tumba el domingo muy temprano. ÉL fue sepultado cerca del anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves en el calendario judío. Utilizando un calendario judío, tenemos: el anochecer del jueves (noche uno), día del jueves (día uno), anochecer del viernes (noche dos), día del viernes (día dos), anochecer del sábado (noche tres), día del sábado (día tres). No sabemos exactamente cuándo Él resucitó, pero sí sabemos que fue al amanecer del domingo (Juan 20:1, “...María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.” ) así que Jesús pudo haber resucitado justo después del anochecer del sábado por la noche, el cual iniciaba el primer día de la semana para los judíos.
Un posible problema con la opinión sobre el miércoles, es que los discípulos que caminaron con Jesús yendo a Emaús, lo hicieron “el mismo día” de Su resurrección (Lucas 24:13). Los discípulos, quienes no reconocieron a Jesús, le contaron sobre la crucifixión (24:20) y dijeron que “... hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (24:21). De miércoles a sábado hay cuatro días. Una posible explicación es que ellos pudieron haber contado el sepelio de Cristo desde el anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves judío, y pudieron haber contado como tres días de jueves a domingo.
En el gran esquema de las cosas, no es tan importante saber qué día de la semana fue crucificado Jesucristo. Si fuera tan importante, la Palabra de Dios nos lo hubiera comunicado claramente. Lo que es importante es que Él murió, y que Él, físicamente en su cuerpo mortal, resucitó de entre los muertos. Y también lo que es igualmente importante es la razón por la que Él murió; -- para librarnos del castigo que merecemos todos los pecadores. Juan 3:16 y 3:36 proclaman ambos que creyendo, o poniendo tu confianza en Él ¡resulta para vida eterna!
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¿Jesús fue al Infierno entre Su muerte y resurrección?
¿Fue el alma de Jesús al Infierno durante el tiempo intermedio entre Su muerte y resurrección? Hay una gran confusión respecto a esta pregunta. Este concepto viene primeramente del Credo de los Apóstoles, el cual declara, “Él descendió a los Infiernos.” Hay también algunas Escrituras en las que, dependiendo como estén traducidas, describen a Jesús yendo al “Infierno”. Al estudiar este punto, es importante comprender primeramente lo que la Biblia enseña acerca del “lugar” de la muerte.
En las Escrituras hebreas, la palabra usada para describir el lugar de la muerte es “Sheol”, y simplemente significa “lugar de los muertos” o el “lugar de partida de las almas / espíritus”. La palabra utilizada en el Nuevo Testamento Griego para Infierno es “Hades”, que también se refiere al “lugar de los muertos”. Otras Escrituras en el Nuevo Testamento indican que tanto el Seol como el Hades, son un lugar temporal, donde las almas son guardadas en espera de la resurrección y el juicio final. Apocalipsis 20:11-15 nos da una clara distinción sobre estos dos. Infierno (el lago de fuego) es el lugar final y permanente del juicio para los perdidos. Así que no, Jesús no fue al “Infierno” porque “Infierno” es un lugar futuro que entrará en funciones después del juicio del Gran Trono Blanco. (Apocalipsis 20:11-15)
Seol / Hades es un lugar con dos divisiones (Mateo 11:23; 16:18; Lucas 10:15; 16:23; Hechos 2:27-31), la morada de los salvos y los perdidos. La morada de los salvos era llamada “Paraíso” y “El seno de Abraham”. Las moradas de los salvos y los perdidos estaba separada por “una gran sima” (Lucas 16:26). Cuando Jesús ascendió al Cielo, Él se llevó a los ocupantes (creyentes) del Paraíso con Él (Efesios 4:8-10). El lado de los perdidos en el Seol / Hades, ha permanecido sin cambio. Todos los muertos no creyentes, van ahí para aguardar el futuro juicio final. ¿Fue Jesús al Seol / Hades? Si, de acuerdo con Efesios 4:8-10 y 1 Pedro 3:18-20.
Parte de la confusión proviene de pasajes tales como el Salmo 16:10-11, “Porque no dejarás mii alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida...” La traducción correcta en este verso no es “Infierno” como está en algunas traducciones. Así tenemos que lo correcto es leer “Seol” o “la tumba” Jesús le dijo años más tarde al ladrón que estaba junto a Él en la cruz, “Hoy mismo estarás Conmigo en el Paraíso” Su cuerpo estaba en la tumba; Su alma / espíritu fue al “Paraíso”, lugar del Seol / Hades. Entonces Él sacó del Paraíso a todos los muertos justos, y se los llevó con Él al Cielo. Desafortunadamente, en muchas traducciones de la Biblia, los traductores no son consistentes, o no traducen correctamente el significado de las palabras hebreas y griegas para “Seol”, “Hades”, e “Infierno.”
Algunos opinan que Jesús fue al “Infierno” o sea, al lugar de sufrimiento del Seol / Hades, para ser después castigado por nuestros pecados. ¡Esta idea es completamente antibíblica! Fue suficiente la muerte de Jesús en la cruz y Su sufrimiento en nuestro lugar, lo que proveyó nuestra redención. Fue el derramamiento de Su sangre lo que justificó nuestra limpieza del pecado. (1 Juan 1:7-9). Mientras ÉL colgaba de esa cruz, Él puso sobre Sí mismo la carga del pecado de toda la raza humana “Por nosotros lo hizo pecado”, 2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.” Esta imputación del pecado nos ayuda a comprender la lucha de Cristo en el huerto de Getsemaní con la copa del pecado que sería vertida sobre Él en la cruz.
En las Escrituras hebreas, la palabra usada para describir el lugar de la muerte es “Sheol”, y simplemente significa “lugar de los muertos” o el “lugar de partida de las almas / espíritus”. La palabra utilizada en el Nuevo Testamento Griego para Infierno es “Hades”, que también se refiere al “lugar de los muertos”. Otras Escrituras en el Nuevo Testamento indican que tanto el Seol como el Hades, son un lugar temporal, donde las almas son guardadas en espera de la resurrección y el juicio final. Apocalipsis 20:11-15 nos da una clara distinción sobre estos dos. Infierno (el lago de fuego) es el lugar final y permanente del juicio para los perdidos. Así que no, Jesús no fue al “Infierno” porque “Infierno” es un lugar futuro que entrará en funciones después del juicio del Gran Trono Blanco. (Apocalipsis 20:11-15)
Seol / Hades es un lugar con dos divisiones (Mateo 11:23; 16:18; Lucas 10:15; 16:23; Hechos 2:27-31), la morada de los salvos y los perdidos. La morada de los salvos era llamada “Paraíso” y “El seno de Abraham”. Las moradas de los salvos y los perdidos estaba separada por “una gran sima” (Lucas 16:26). Cuando Jesús ascendió al Cielo, Él se llevó a los ocupantes (creyentes) del Paraíso con Él (Efesios 4:8-10). El lado de los perdidos en el Seol / Hades, ha permanecido sin cambio. Todos los muertos no creyentes, van ahí para aguardar el futuro juicio final. ¿Fue Jesús al Seol / Hades? Si, de acuerdo con Efesios 4:8-10 y 1 Pedro 3:18-20.
Parte de la confusión proviene de pasajes tales como el Salmo 16:10-11, “Porque no dejarás mii alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida...” La traducción correcta en este verso no es “Infierno” como está en algunas traducciones. Así tenemos que lo correcto es leer “Seol” o “la tumba” Jesús le dijo años más tarde al ladrón que estaba junto a Él en la cruz, “Hoy mismo estarás Conmigo en el Paraíso” Su cuerpo estaba en la tumba; Su alma / espíritu fue al “Paraíso”, lugar del Seol / Hades. Entonces Él sacó del Paraíso a todos los muertos justos, y se los llevó con Él al Cielo. Desafortunadamente, en muchas traducciones de la Biblia, los traductores no son consistentes, o no traducen correctamente el significado de las palabras hebreas y griegas para “Seol”, “Hades”, e “Infierno.”
Algunos opinan que Jesús fue al “Infierno” o sea, al lugar de sufrimiento del Seol / Hades, para ser después castigado por nuestros pecados. ¡Esta idea es completamente antibíblica! Fue suficiente la muerte de Jesús en la cruz y Su sufrimiento en nuestro lugar, lo que proveyó nuestra redención. Fue el derramamiento de Su sangre lo que justificó nuestra limpieza del pecado. (1 Juan 1:7-9). Mientras ÉL colgaba de esa cruz, Él puso sobre Sí mismo la carga del pecado de toda la raza humana “Por nosotros lo hizo pecado”, 2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.” Esta imputación del pecado nos ayuda a comprender la lucha de Cristo en el huerto de Getsemaní con la copa del pecado que sería vertida sobre Él en la cruz.
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jueves, 21 de abril de 2011
¿Qué es el Jueves Santo?
El Jueves Santo (en ingles, el Jueves Maundy) es el jueves de la Semana de la Pasión, un día antes del Viernes Santo (el jueves antes del Domingo de Pascua). El Jueves Santo es el nombre dado a la fecha en que Jesús celebró la Pascua con sus discípulos, conocido como la Última Cena. Dos eventos importantes son el foco del Jueves Santo.
En primer lugar, Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos y, por tanto, instituyó la Cena del Señor, también llamada la Comunión (Lucas 22:19-20). Algunas iglesias cristianas observan una celebración especial de la Cena del Señor el Jueves Santo en recuerdo de la Última Cena de Jesús con sus discípulos. En segundo lugar, Jesús lavó los pies de los discípulos como un acto de humildad y servicio, estableciendo así un ejemplo que debemos amar y servir el uno al otro mutuamente en la humildad (Juan 13:3-17). Algunas iglesias cristianas observan una ceremonia del lavado de los pies el Jueves Santo para conmemorar a Jesús lavando los pies de los discípulos.
La palabra inglesa "Maundy" se deriva de la palabra latina para "mandato." El “Maundy” en el Jueves Santo se refiere al mandato que dio Jesús a sus discípulos en la Última Cena, que deben amar y servir el uno al otro. ¿Debemos observar el Jueves Santo? La Biblia no lo ordena ni lo excluye. Es una buena cosa recordar la Última Cena y el sacrificio de Jesús en nuestro favor. Es una buena cosa recordar el ejemplo de la humildad del Señor. Sin embargo, al mismo tiempo, debemos evitar las observancias rituales de días festivos a menos que estén realmente enfocados en Dios y nuestra relación con él.
En primer lugar, Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos y, por tanto, instituyó la Cena del Señor, también llamada la Comunión (Lucas 22:19-20). Algunas iglesias cristianas observan una celebración especial de la Cena del Señor el Jueves Santo en recuerdo de la Última Cena de Jesús con sus discípulos. En segundo lugar, Jesús lavó los pies de los discípulos como un acto de humildad y servicio, estableciendo así un ejemplo que debemos amar y servir el uno al otro mutuamente en la humildad (Juan 13:3-17). Algunas iglesias cristianas observan una ceremonia del lavado de los pies el Jueves Santo para conmemorar a Jesús lavando los pies de los discípulos.
La palabra inglesa "Maundy" se deriva de la palabra latina para "mandato." El “Maundy” en el Jueves Santo se refiere al mandato que dio Jesús a sus discípulos en la Última Cena, que deben amar y servir el uno al otro. ¿Debemos observar el Jueves Santo? La Biblia no lo ordena ni lo excluye. Es una buena cosa recordar la Última Cena y el sacrificio de Jesús en nuestro favor. Es una buena cosa recordar el ejemplo de la humildad del Señor. Sin embargo, al mismo tiempo, debemos evitar las observancias rituales de días festivos a menos que estén realmente enfocados en Dios y nuestra relación con él.
viernes, 15 de abril de 2011
¿Qué es la Semana de la Pasión / la Semana Santa?
La Semana de la Pasión (también conocida como la Semana Santa) es el tiempo desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua (el Domingo de Resurrección). La Semana de la Pasión se llama así debido a la pasión con la que Jesús voluntariamente fue a la cruz para pagar por los pecados de su pueblo. La Semana de la Pasión se describe en los capítulos 21-27 de Mateo, los capítulos 11-15 de Marcos, los capítulos 19-23 de Lucas, y los capítulos 12-19 Juan. La Semana Santa comienza con la entrada triunfal del Domingo de Ramos cabalgando sobre un asno como fue profetizado en Zacarías 9:9.
La Semana de la Pasión incluye varios eventos memorables. Jesús purificó el templo por segunda vez (Lucas 19:45-46), y disputó con los fariseos en cuanto a Su autoridad. Luego, Jesús entregó su Discurso de los Olivos sobre los últimos tiempos y enseñó muchas cosas, incluyendo las señales de Su segunda venida. Jesús comió la Última Cena con sus discípulos en el aposento alto (Lucas 22:7-38), y luego se fue al huerto de Getsemaní para orar mientras esperaba la llegada de Su Hora. Fue aquí que Jesús, después de haber sido traicionado por Judas, fue arrestado y sometido a varios juicios farsas ante los principales sacerdotes, Poncio Pilato, y Herodes (Lucas 22:54-23:25).
Tras de los juicios, Jesús fue azotado a manos de los soldados romanos, y luego, se vio obligado a llevar su propio instrumento de ejecución (la Cruz) a través de las calles de Jerusalén a lo largo de lo que se conoce como la Vía Dolorosa (el camino de los dolores). Jesús fue crucificado en el Gólgota el día antes del día de reposo, fue sepultado y permaneció en la tumba hasta el domingo, el día después del día de reposo, y luego resucitó gloriosamente.
Es conocida como la Semana de la Pasión (Semana Santa) porque en ese tiempo, Jesucristo verdaderamente reveló Su pasión por nosotros en lo que sufrió voluntariamente en nuestro lugar. ¿Cuál debe ser nuestra actitud durante la Semana Santa? ¡Debemos ser apasionados de nuestra adoración de Jesús y en nuestra proclamación de su Evangelio!
La Semana de la Pasión incluye varios eventos memorables. Jesús purificó el templo por segunda vez (Lucas 19:45-46), y disputó con los fariseos en cuanto a Su autoridad. Luego, Jesús entregó su Discurso de los Olivos sobre los últimos tiempos y enseñó muchas cosas, incluyendo las señales de Su segunda venida. Jesús comió la Última Cena con sus discípulos en el aposento alto (Lucas 22:7-38), y luego se fue al huerto de Getsemaní para orar mientras esperaba la llegada de Su Hora. Fue aquí que Jesús, después de haber sido traicionado por Judas, fue arrestado y sometido a varios juicios farsas ante los principales sacerdotes, Poncio Pilato, y Herodes (Lucas 22:54-23:25).
Tras de los juicios, Jesús fue azotado a manos de los soldados romanos, y luego, se vio obligado a llevar su propio instrumento de ejecución (la Cruz) a través de las calles de Jerusalén a lo largo de lo que se conoce como la Vía Dolorosa (el camino de los dolores). Jesús fue crucificado en el Gólgota el día antes del día de reposo, fue sepultado y permaneció en la tumba hasta el domingo, el día después del día de reposo, y luego resucitó gloriosamente.
Es conocida como la Semana de la Pasión (Semana Santa) porque en ese tiempo, Jesucristo verdaderamente reveló Su pasión por nosotros en lo que sufrió voluntariamente en nuestro lugar. ¿Cuál debe ser nuestra actitud durante la Semana Santa? ¡Debemos ser apasionados de nuestra adoración de Jesús y en nuestra proclamación de su Evangelio!
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martes, 5 de abril de 2011
¿Cuál es el significado de la Cuaresma?
La Cuaresma es un período de ayuno y arrepentimiento, tradicionalmente observado por los católicos y algunas denominaciones protestantes en la preparación para la Pascua. La longitud del ayuno cuaresmal se estableció en el siglo 4 hasta 40 días. Durante este tiempo, los participantes comen con moderación o simplemente renuncian a un determinado alimento o hábito. El Miércoles de Ceniza y la Cuaresma se iniciaron como una manera para que los católicos se acordaran de arrepentirse de sus pecados en una forma similar a cómo las personas en el Antiguo Testamento se arrepintieron en cilicio, cenizas, y ayuno (Ester 4:1-3; Jeremías 6:26; Daniel 9:3; Mateo 11:21).
Sin embargo, a lo largo de los siglos se ha desarrollado mucho más su valor "sacramental". Muchos católicos entienden el renunciar a algo para la Cuaresma como una forma de ganar la bendición de Dios. La Biblia no enseña que tales actos tienen ningún mérito con Dios en términos de la salvación (Isaías 64:6). De hecho, el Nuevo Testamento nos enseña que nuestros actos de ayuno y arrepentimiento se deben hacer de una manera que no llama la atención a nosotros mismos: "Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público."(Mateo 6:16-18).
El ayuno es una buena cosa cuando se hace con una perspectiva bíblica. Es bueno y agradable a Dios cuando renunciamos hábitos y prácticas pecaminosos. No hay absolutamente nada de malo en dejar de lado un tiempo en que nos centramos en la muerte y resurrección de Jesús. Sin embargo, estas prácticas son las cosas que deberíamos hacer todos los días del año, no sólo los 40 días desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Pascua. Si un cristiano desea observar la Cuaresma, somos libres para hacerlo. La clave está en enfocar el tiempo en arrepentirnos de nuestros pecados y consagrarnos a Dios, no en tratar de ganarnos el favor de Dios o aumentar su amor por nosotros.
Sin embargo, a lo largo de los siglos se ha desarrollado mucho más su valor "sacramental". Muchos católicos entienden el renunciar a algo para la Cuaresma como una forma de ganar la bendición de Dios. La Biblia no enseña que tales actos tienen ningún mérito con Dios en términos de la salvación (Isaías 64:6). De hecho, el Nuevo Testamento nos enseña que nuestros actos de ayuno y arrepentimiento se deben hacer de una manera que no llama la atención a nosotros mismos: "Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público."(Mateo 6:16-18).
El ayuno es una buena cosa cuando se hace con una perspectiva bíblica. Es bueno y agradable a Dios cuando renunciamos hábitos y prácticas pecaminosos. No hay absolutamente nada de malo en dejar de lado un tiempo en que nos centramos en la muerte y resurrección de Jesús. Sin embargo, estas prácticas son las cosas que deberíamos hacer todos los días del año, no sólo los 40 días desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Pascua. Si un cristiano desea observar la Cuaresma, somos libres para hacerlo. La clave está en enfocar el tiempo en arrepentirnos de nuestros pecados y consagrarnos a Dios, no en tratar de ganarnos el favor de Dios o aumentar su amor por nosotros.
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¿Qué es el Domingo de Pascua?
Hay una gran confusión de qué se trata el Domingo de Pascua. Para algunos, el Domingo de Pascua tiene que ver con el Conejito de Pascua, los decorados coloridos huevos de Pascua, y las búsquedas de los huevos de Pascua. La mayoría de la gente entiende que el Domingo de Pascua tiene algo que ver con la resurrección de Jesús, pero están confundidos sobre la forma en que la resurrección se relaciona con los huevos de Pascua y el Conejito de Pascua.
Bíblicamente hablando, no hay absolutamente ninguna conexión entre la resurrección de Jesucristo y las tradiciones comunes modernas relacionadas con el Domingo de Pascua. Esencialmente, lo que ocurrió es que a fin de que el cristianismo sea más atractivo para los no cristianos, la antigua Iglesia Católica mezcló la celebración de la resurrección de Jesús con las celebraciones rituales de fertilidad de la primavera. Estos rituales de primavera de fecundidad son la fuente de las tradiciones de los huevos y el Conejito.
La Biblia deja en claro que Jesús fue resucitado el primer día de la semana, el domingo (Mateo 28:1; Marcos 16:2,9; Lucas 24:1; Juan 20:1,19). La resurrección de Jesús es más digno de ser celebrado (véase 1 Corintios 15). Si bien es apropiado celebrar la resurrección de Jesús en un domingo, el día en que se celebra la resurrección de Jesús no debería ser llamado la Pascua. La Pascua no tiene nada que ver con la resurrección de Jesús en un domingo.
Como resultado, muchos cristianos creen firmemente que el día en que celebramos la resurrección de Jesús no debe ser denominado “Domingo de Pascua". Más bien, algo así como 'Domingo de Resurrección' sería mucho más apropiado y bíblico. Para el cristiano, es impensable que permitiéramos que la tontería de los huevos de Pascua y el Conejito de Pascua sean el enfoque del día, en lugar de la resurrección de Jesús.
De todos modos, celebre la resurrección de Cristo en el Domingo de Pascua. La resurrección de Cristo es algo que se debe celebrar todos los días, no sólo una vez al año. Al mismo tiempo, si elegimos celebrar el Domingo de Pascua, no debemos permitir que la diversión y los juegos distraigan nuestra atención de lo que el día debe ser de verdad sobre todo - el hecho de que Jesús resucitó de entre los muertos, y que Su resurrección demuestra que sí, podemos tener la promesa de un hogar eterno en el cielo recibiendo a Jesús como nuestro Salvador.
Bíblicamente hablando, no hay absolutamente ninguna conexión entre la resurrección de Jesucristo y las tradiciones comunes modernas relacionadas con el Domingo de Pascua. Esencialmente, lo que ocurrió es que a fin de que el cristianismo sea más atractivo para los no cristianos, la antigua Iglesia Católica mezcló la celebración de la resurrección de Jesús con las celebraciones rituales de fertilidad de la primavera. Estos rituales de primavera de fecundidad son la fuente de las tradiciones de los huevos y el Conejito.
La Biblia deja en claro que Jesús fue resucitado el primer día de la semana, el domingo (Mateo 28:1; Marcos 16:2,9; Lucas 24:1; Juan 20:1,19). La resurrección de Jesús es más digno de ser celebrado (véase 1 Corintios 15). Si bien es apropiado celebrar la resurrección de Jesús en un domingo, el día en que se celebra la resurrección de Jesús no debería ser llamado la Pascua. La Pascua no tiene nada que ver con la resurrección de Jesús en un domingo.
Como resultado, muchos cristianos creen firmemente que el día en que celebramos la resurrección de Jesús no debe ser denominado “Domingo de Pascua". Más bien, algo así como 'Domingo de Resurrección' sería mucho más apropiado y bíblico. Para el cristiano, es impensable que permitiéramos que la tontería de los huevos de Pascua y el Conejito de Pascua sean el enfoque del día, en lugar de la resurrección de Jesús.
De todos modos, celebre la resurrección de Cristo en el Domingo de Pascua. La resurrección de Cristo es algo que se debe celebrar todos los días, no sólo una vez al año. Al mismo tiempo, si elegimos celebrar el Domingo de Pascua, no debemos permitir que la diversión y los juegos distraigan nuestra atención de lo que el día debe ser de verdad sobre todo - el hecho de que Jesús resucitó de entre los muertos, y que Su resurrección demuestra que sí, podemos tener la promesa de un hogar eterno en el cielo recibiendo a Jesús como nuestro Salvador.
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viernes, 25 de febrero de 2011
¿Cómo ser Salvos?
¿Cómo ser salvos?
Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Romanos 10: 9-10
Esta parte crucial de la Biblia expresa las dos cosas que usted debe hacer para ser salvo. ¿Cuál pudiera ser más importante?
Lo primero que debe hacer es confesar con su boca a Jesucristo como Señor. Eso significa más que reconocer que Jesús es el Señor, más que decir que Jesucristo es Dios. Después de todo, Santiago 2:19 dice que hasta los demonios saben que Dios es el soberano del universo pero ese conocimiento no los salva.
Confesar a Jesucristo como Señor quiere decir que Cristo es su Señor, su Soberano. Hacer esa confesión significa expresar en voz alta delante de los demás su profunda convicción personal, sin reservas, de que Jesucristo es su dueño y el soberano de su vida.
Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo” (Lc. 9:23). Esa es una afirmación asombrosa, considerando el modo en que las personas piensan acerca de la función de Jesucristo en su vida hoy, El evangelio no es acerca de la satisfacción de sí mismo, como muchos suponen. Es acerca de la abnegación. Nadie puede confesar a Jesucristo como Señor y decir: “Muy bien, Jesucristo, voy a dejarte entrar en mi vida y quiero que me hagas una persona de éxito y mejores mi matrimonio y reduzcas mi falta de habilidad en el golf”. El evangelio no es acerca de Jesucristo que viene a su vida y le da lo que usted desea. Es acerca de ir usted ante Jesucristo y decirle: “Dios, ten misericordia de mí, pecador. Sálvame”. Es decir: “Jesucristo, te reconozco como mi Soberano, Maestro y Señor. Me aparto de mis propios deseos y mi propia necesidad de controlar mi vida. Me someto a todo lo que quiera para mí”.
El joven rico no haría eso (Lc. 18:18-27). Jesús le dijo que hiciera una cosa: Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y luego sígueme. Usted no se salva por deshacerse de su dinero. Lo que Jesús quería era probar el compromiso del hombre con Jesús como su Señor. Él le pudo haber pedido que hiciera centenares de cosas distintas pero Jesús escogió algo que él sabía que probaría su disposición a negarse así mismo. El joven rico no pudo someterse al gobierno de Cristo sobre él. No pudo confesar de esa manera que Jesucristo era el Señor de su vida. Se fue triste y sin la salvación.
Lo segundo que debe hacer para ser salvo es creer en su corazón que Dios resucitó a Jesucristo de los muertos. Creer en la resurrección quiere decir que usted también cree que Jesucristo murió en la cruz y resucitó de los muertos como la señal de que en realidad es el Mesías, levantado finalmente a la más elevada posición para gobernar con el Padre. Dios el Padre puso el sello de aprobación divina sobre la perfecta obra de Jesucristo, su vida sin pecado y su muerte expiatoria, cuando lo resucitó de los muertos. La resurrección fue la validación suprema de su ministerio y de su identidad.
Usted será salvo solo cuando haya reconocido a Jesucristo como su Señor y hay creído que su muerte en la cruz fue el sacrificio eficaz por su pecado, validado por su gloriosa resurrección. Usted cree con su corazón y es justificado ante Dios; usted confiesa con su boca y confirma esa realidad.
Tu Testimonio
Tu testimonio
Uno de los más grandes instrumentos que tenemos para testificar como creyentes en Cristo Jesús, es precisamente nuestro propio testimonio. Por lo tanto, hay varias razones para ello, las cuales son:
Que estamos siempre preparados para darlo. Además no es frecuente que algún creyente renuncie a dar su propio testimonio.
Que estamos siempre en disposición de expresarlo con entusiasmo. La mayor parte de nosotros tenemos muy pocas dificultades en animarnos, para compartir con otros las grandes cosas que Dios ha hecho en nuestras propias vidas.
Que es la historia de una vida verdadera. Las gentes no quieren escuchar mucha teoría, sino que quieren saber verdaderamente si el cristianismo obra en situaciones reales de la vida.
Que es relativo. Las personas verán con frecuencia algo parecido en ellas mismas, algo de su propio fondo mientras les estés expresando tu propio testimonio. Y también es más probable que ellas mismas relaten, lo que has expresado a otros que han ido pasando por circunstancias similares.
El Bautismo
Exponiendo tu testimonio
Hazlo personalmente – sin que ello tenga que ser como si fuese una predicación -, diciendo lo que Cristo ha hecho por ti. Utiliza las expresiones de “yo”, “a mi”, “mío”, y no “tu” o “usted”…
Hazlo brevemente. Tres o cuatro minutos debería ser el tiempo suficiente para cubrir los hechos esenciales.
Ten a Cristo como centro en tu exposición. Un buen testimonio siempre declara manifiestamente lo que Él ha hecho.
Usa la Palabra de Dios. Un versículo o dos de la Escritura añadirá poder a tu testimonio. Recuerda que la Palabra de Dios tiene un afilado corte hiriente (Efesios 6:17; Hebreos 4:12).
Utilizando el plan sugerido a continuación, prepara tu propio testimonio personal en la hoja para rellenar que está al final de esta lección.
Antes de conocer a Cristo, yo vivía y pensaba de este forma. En esta parte de tu testimonio, el asunto más importante a comunicar es tu fondo espiritual. ¿Qué pensabas acerca de Dios, de la religión, de la Biblia, etc.? Podrías hacer mención de otras cosas que caracterizaron en tu vida, como por ejemplo, la soledad, el abatimiento depresivo, etc. y cómo las tales afectaron el aspecto de tu vida.
Cómo recibí a Cristo. En este punto deberías exponer el plan de la salvación y cómo te convertiste en un cristiano. Es importante enfatizar cómo previamente habías tenido un concepto erróneo acerca de lo qué es un cristiano. Podrías también utilizar un buen tratado y decir algo como: “Permítame que le exponga algunos principios que me ayudaron para venir a conocer a Cristo.”
Después que recibí a Cristo se efectuaron estos cambios. La cosa más importante aquí es cómo tus pensamientos sobre Dios, la religión, la Biblia, etc. han cambiado. Por consiguiente, muestra cómo esto ha afectado al resto de tu vida (esto es, a tu ministerio, vida familiar, carácter, tu nueva facultad para amar a otros, tu nueva consideración en cuanto a mostrar autoridad, etc.)
Que estamos siempre preparados para darlo. Además no es frecuente que algún creyente renuncie a dar su propio testimonio.
Que estamos siempre en disposición de expresarlo con entusiasmo. La mayor parte de nosotros tenemos muy pocas dificultades en animarnos, para compartir con otros las grandes cosas que Dios ha hecho en nuestras propias vidas.
Que es la historia de una vida verdadera. Las gentes no quieren escuchar mucha teoría, sino que quieren saber verdaderamente si el cristianismo obra en situaciones reales de la vida.
Que es relativo. Las personas verán con frecuencia algo parecido en ellas mismas, algo de su propio fondo mientras les estés expresando tu propio testimonio. Y también es más probable que ellas mismas relaten, lo que has expresado a otros que han ido pasando por circunstancias similares.
El Bautismo
Exponiendo tu testimonio
Hazlo personalmente – sin que ello tenga que ser como si fuese una predicación -, diciendo lo que Cristo ha hecho por ti. Utiliza las expresiones de “yo”, “a mi”, “mío”, y no “tu” o “usted”…
Hazlo brevemente. Tres o cuatro minutos debería ser el tiempo suficiente para cubrir los hechos esenciales.
Ten a Cristo como centro en tu exposición. Un buen testimonio siempre declara manifiestamente lo que Él ha hecho.
Usa la Palabra de Dios. Un versículo o dos de la Escritura añadirá poder a tu testimonio. Recuerda que la Palabra de Dios tiene un afilado corte hiriente (Efesios 6:17; Hebreos 4:12).
Utilizando el plan sugerido a continuación, prepara tu propio testimonio personal en la hoja para rellenar que está al final de esta lección.
Antes de conocer a Cristo, yo vivía y pensaba de este forma. En esta parte de tu testimonio, el asunto más importante a comunicar es tu fondo espiritual. ¿Qué pensabas acerca de Dios, de la religión, de la Biblia, etc.? Podrías hacer mención de otras cosas que caracterizaron en tu vida, como por ejemplo, la soledad, el abatimiento depresivo, etc. y cómo las tales afectaron el aspecto de tu vida.
Cómo recibí a Cristo. En este punto deberías exponer el plan de la salvación y cómo te convertiste en un cristiano. Es importante enfatizar cómo previamente habías tenido un concepto erróneo acerca de lo qué es un cristiano. Podrías también utilizar un buen tratado y decir algo como: “Permítame que le exponga algunos principios que me ayudaron para venir a conocer a Cristo.”
Después que recibí a Cristo se efectuaron estos cambios. La cosa más importante aquí es cómo tus pensamientos sobre Dios, la religión, la Biblia, etc. han cambiado. Por consiguiente, muestra cómo esto ha afectado al resto de tu vida (esto es, a tu ministerio, vida familiar, carácter, tu nueva facultad para amar a otros, tu nueva consideración en cuanto a mostrar autoridad, etc.)
Recuerda: Nuestra tarea consiste en presentar fielmente el Evangelio. La tarea del Espíritu Santo está en convencer al mundo de pecado (Juan 16:8).
Hoja Testimonial
Antes de conocer a Cristo, yo vivía y pensaba de esta manera:
Cómo recibí a Cristo
Hoja Testimonial
Antes de conocer a Cristo, yo vivía y pensaba de esta manera:
Cómo recibí a Cristo
Como Testificar con Éxito
COMO TESTIFICAR CON ÉXITO
LLENE LOS ESPACIOS con la repuesta correcta según la referencia bíblica para saber como Ud. puede ser un buen ganador de almas.
1. TESTIFIQUE DANDO UN EJEMPLO. Mateo 5:16 dice que nuestras _______________________________ harán que los hombres _________________________________ que está en los cielos.
2. ESTE PREPARADO PARA APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES. En Juan 4:5-10 ?d? estaba Jesús cuando habl?n la mujer Samaritana? ______________________________________________________________________________________
3. ACUDA AL ESPIRITU SANTO PARA BUSCAR FORTALEZA Y PODER DE LO ALTO. En Hechos 1:8 encontramos que la fuente de poder es_____________________ El resultado de la plenitud del Espíritu Santo es, “…y me seréis ____________________ en Jerusalén en toda Judea, en Samaria, y hasta lo ultimo de la tierra”.
4. PERMITA QUE EL ESPIRITU SANTO LE DIRIJA. Según Hechos 10:19 ?quién dijo a Pedro que tres hombres le buscaban? _____________________________________________________________________________________________________
5. APRENDA A DOMINAR CUALQUIER TEMOR AL TESTIFICAR. En Hechos 18:9-10 ?por qué Dios le dijo a Pablo que no tuviera temor? ________________________________________________________________________________________
6. APRENDA COMO PRESENTAR EL PLAN DE SALVACION. La razón para aprender un plan de salvación se encuentra en I Pedro 3:1 5. Sirve para “…estar siempre preparado para _______________________________________________________________________
________________________________________________________________________ .
CORRESPONDENCIA: La Biblia nos da ejemplos de como creyentes iniciaron conversaciones sobre la salvación con no creyentes. Relacione los ejemplos con el versículo apropiado.
__ Mateo 4:19 A. A los adoradores de los ídolos Pablo les habló acerca del Dios desconocido.
__ Juan 4:4-25 B. Felipe le preguntó a un lector si entendía lo que leía.
__ Hechos 3:1-8 C. Pedro habló con un mendigo de una ayuda que Dios le podía dar.
__ Hechos 8:26-40 D. Cristo habló a los pescadores acerca de la pesca de hombres.
__ Hechos 17:16-23 E. Jesús habló con una mujer que iba en busca de agua y sed.
__1 Corintios 9:22 F. El apóstol Pablo se relacionó con todos de modo que pudiera ganar a alguno.
SELECCION MULTIPLE: Subraye la respuesta correcta según la referencia bíblica para ver como los primeros cristianos testificaron y cuando testificaron.
1. Juan 1:40-41 nos cuenta la historia de cuando Andrés trajo (a) Su amigo comerciante; (b) Sus padres; (c) Su hermano; (d)Su enemigo.
2. Hechos 3:1-8 nos presenta a Pedro y a Juan testificando a (a)Sus vecinos; (b) Un pobre mendigo; (c) Los discípulos; (d) Todo el pueblo en el templo.
3. Hechos 5:42 nos cuenta donde estaban testificando continuamente los primeros cristianos. Era (a) En las casas; (b) En el templo; (c) En sus reuniones especiales; (d) En el templo y por las casas.
4. Hechos 8:27-31 registra la historia de Felipe testificando a (a) La gente de Samaria; (b) El rey; (c) Un eunuco desconocido; (d) Un buen amigo suyo.
5. Hechos 26:2 nos presenta a Pablo testificando a (a) Un rey; (b) Un pobre; (c) Un buen amigo; (d) sus vecinos.
PARA LA REUNION:
1. Prepare un breve recuento (de 3 minutos) de como Ud. llegó a conocer a Cristo como salvador para compartir con otro en su grupo. Su testimonio debe incluir los siguientes elementos: 1) Como era su vida antes de conocer a Cristo, 2) Como usted llegó a conocer a Cristo, y 3) Como es su vida después de haber conocido a Cristo.
ALGO PARA RECORDAR:
1. Memorice Romanos 1:16 “No me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree…”.
2. Copie este plan de salvación en su Biblia.
Todos han pecado …………………………………… Romanos 3:23
Ud. debe arrepentirse……………………………….. Hechos 17:30
Ud. debe creer…………………………………………. Juan 3:36
Ud. debe confesar sus pecados…………………… I Juan 1:9
Reciba a Cristo………………………………………… Juan 1:12
3. Comience a orar por sus amigos que necesitan a Cristo.
4. Busque una oportunidad de enseñar este plan de salvación a un familiar o amigo inconverso.
Día de Salvación
13
Día de Salvación
Te voy a hacer la pregunta más importante de tu vida. El gozo o la tristeza que experimentes en la eternidad dependen de tu respuesta. La pregunta es: ¿Estás salvo? La pregunta no es cuán bueno eres, o si perteneces a alguna iglesia, sino ¿estás salvado? ¿Estás seguro que irás al cielo cuando mueras?
Dios dice que para ir al cielo, tienes que nacer de nuevo. En Juan 3:7, Jesús le dijo a Nicodemo, “Os es necesario nacer de nuevo”. Dios nos da en la Biblia el plan de cómo nacer de nuevo, o cómo salvarse. Su plan es muy sencillo y tú puedes salvarte el día de hoy. ¿Cómo?
En primer lugar, debes reconocer que eres pecador. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Por cuanto eres pecador, estás condenado a la separación eterna de Dios. “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6.23). Esta muerte incluye una separación eterna de Dios en el infierno. “ . . . está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27.
Sin embargo, Dios te amó de tal manera que dio a su Hijo unigénito, Jesucristo, como tu sustituto. El pagó por tu pecado en la cruz y murió en tu lugar. “ . . . por nosotros Dios lo hizo pecado [A Jesús, quien no conoció pecado] para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21).
Jesús tuvo que derramar su sangre y morir por ti. “Porque la vida de la carne en la sangre está”, (Levítico 17:11).
“Sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (Hebreos 9:22).
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).
Nuestra mente no alcanza a comprender cómo Jesús fue juzgado por todos nuestros pecados, pero Dios así lo afirma en su Palabra. Así que Jesús pagó por tu pecado y murió por ti. Esto es verdad, Dios no puede mentir.
“Dios . . . ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30). Este arrepentimiento es un cambio de mente, es aceptar delante de Dios que eres pecador y necesitas apropiar lo que hizo por ti en la cruz.
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En Hechos 16:30-3l, el carcelero de Filipos les preguntó a Pablo y Silas: “ . . . Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo . . . ”. Simplemente cree que él pagó por tus pecados, murió en tu lugar, fue sepultado, y resucitó. Esta resurrección le asegura al creyente que tiene vida eterna cuando recibe a Jesús como su Salvador personal.
Simplemente tienes que creer que él pagó por tus pecados, murió en tu lugar, fue sepultado y resucitó por ti. Luego invócalo. “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:13. “Todo aquel” te incluye a ti. “Será salvo” no significa que quizá sea salvado, sino que afirma que será salvado. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
En Lucas 18:13 encontramos que el pecador oró: “ . . . Dios, sé propicio [misericordioso] a mí, pecador”. Seguramente te das cuenta que eres pecador. Ahora mismo, dondequiera que estés, dirígete a Dios y con tus propias palabras ora así:
“Dios, sé que soy un pecador. Creo que Jesús fue mi sustituto cuando murió en la cruz. Creo que su sangre derramada, su muerte, sepultura, y su resurrección fueron para mí. Lo recibo ahora como mi Salvador. Te agradezco el perdón de mis pecados, el regalo de la salvación y la vida eterna, por su gracia misericordiosa. Amén.”
Cree, y serás salvo. Ninguna religión ni ninguna obra buena puede salvarte. Recuerda, Dios es el que salva.
Resumiendo, el plan de Dios es sencillo: Tú eres pecador. A menos que creas que Jesus murió en tu lugar, pasarás la eternidad en el infierno. Si crees en él como tu Salvador, crees que fue crucificado, sepultado y que resucitó por ti, recibirás por fe el perdón de todos tus pecados y el regalo de la salvación eterna.
Quizá piensas que esto no puede ser tan sencillo pero sí lo es, la Palabra de Dios lo afirma.
“Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36). Asegúrate de ser salvo. Si pierdes tu alma, también perderás el cielo y lo perderás todo. Permite que Dios te salve en este momento.
Dios tiene el poder para salvarte para siempre. El también te va a permitir que vivas una vida cristiana victoriosa. “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).
No confíes en tus sentimientos, pues ellos cambian, afírmate en las promesas de Dios, que nunca cambian. Después de que has sido salvado, hay tres cosas que tienes que practicar diariamente para crecer espiritualmente: Ora, de esta manera hablas con Dios; lee la Biblia, así es como Dios habla contigo; comparte esta salvación que has recibido con otros.
“Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor,” (2 Tim. 1:8). “Si alguien me confesare delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10:32).
EL PLAN DE DIOS PARA LA SALVACION
Un Asunto de la Vida o la Muerte
Más Versículos Bíblicos
Juan 3:16, 1 Pedro 2:24, Isaías 53:6, Santiago 1:15, Romanos 10:9-10, Efesios 2:8-9, Proverbios 27:1, 1 Corintios15:3-4, Juan 10:27-30, 1 Juan 5:13
El plan de Salvación
Estimado amigo(a) Dios tiene un proposito especial para cada ser humano. Quiero decirte que Dios te ama y quiere que participes de todo lo bueno que el creo y por lo tanto desea librarte del mal que trae el pecado. El pecado nos aleja de Dios ya que El es Santo y Donde Dios esta no puede haber pecado. Ahora considere los siguientes puntos a continuación que presentan el plan de salvación para el ser humano recordando que todo lo que La Biblia dice es la verdad absoluta y completa inspirada por Dios para salvación de nuestas almas y bendición de todos.
1. En 2 Timoteo 3:26 dice La Biblia”Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para rederguir, para corregir, para instruir en justicia”.
2. Todo ser humano (sin exepción) necesita hacer arrepentimiento de pecado. Todos en algun momento hemos pecado quizas una mentirita o aun con algo mas serio cuenta igual ante Dios.
En Romanos 3:10 dice:”No hay Justo ni aun uno” y en Romanos 3:20 dice: “Por cuantos todos pecaron,estan destituidos de la gloria de Dios”.
3. Las Buenas Noticias: Todavia podemos arreglar cuentas con Dios sin importar que tanto mal hayas hecho,desde alguien que quizas nunca rompio un plato hasta una persona que haya matado,robado y mas,todos por igual necesitan pasar por este proceso y todos tienen la misma oportunidad de ser salvos por gracia y la fe en Cristo.
En Juan 3:16-17 dice:”Porque de tal manera amó Dios al mundo que a dado a su Hijo unigenito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por el”.
Jesús murio por nosotros pagando todos los pecados del pasado, presente y futuro de todo ser humano y resucito al tercer dia. ¿Conoce a algun otro que haya hecho algo semejante? El lo hizo por amor a ti y a mi. Lea 1 Corintios 15:1-4
4. Solo Jesucristo Salva: 1 Timoteo 2:5: ” Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.
Esto nos dice que solo por el nombre de Jesus puedes alcanzar a Dios, no son los santos ni los angeles ni Maria ni Budda o alguna persona viva o muerta u objeto alguno ni por uno mismo.”Solo Cristo Salva”. En Juan 14:6 Jesus dice:” Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie viene al Padre si no es por mi”.
5. ¿Y que si lo rechazamos? La Biblia dice en Juan 3:36: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre el”.
Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Caeria en condenación. En Juan 3:18 dice: ” El que en el cree, no es condenado; mas el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del unigenito de Dios”. ¿Como te sentirias si voluntariamente dieras tu vida para salvar a un amigo y luego ese amigo dijera “no me importa”?
6. Y si decido creer en el evangelio de Cristo Jesús? En Juan 1:12 dice: “Mas todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre,les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Al contrario de lo que muchos piensan no todos somos hijos de Dios sino solo creaciones de el. Quieres ser hijo de Dios? Ahora tienes la oportunidad de ser hijo de Dios,depende de ti. La alternativa no es aceptable.
7.Entonces como hago para ser salvo? En Efecios 2:8-9 dice: ” Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se grorie”.Como dice en Efecios no por lo bueno que yo haga sere justificado ante Dios sino solo for la Fe en Jesucristo.
Empieza haciendo lo siguiente:
Haz una oración(puedes usar esta oración como guia o en tus propias palabras) a Dios diciendole: “Señor reconosco que soy pecador. ahora me arrepiento de todos los pecados, perdoname ahora. Jesucristo lavame con tu sangre y purificame.Te reconosco y te acepto como mi Dios y salvador personal. Recibeme ahora como uno de tus hijos. Gracias señor, en el nombre de Jesús a el sea toda la groria, amen.”
En Romanos 10:9-11 dice:” Que si confesares con tu boca al Señor Jesús y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, seras salvo. 10-Porque con el el corazón se cree para justicia; mas con la boca se confiesa para salvación. 11-Porque la escritura dice: todo aquel que en el creyere, no sera avergonzado.
En 1 Juan 1:9 dice: ” Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”.
8. Ahora seras una nueva criatura de Dios y el olvidara todos tus pecados como si nunca hubieras pecado y habras nacido de nuevo en el espiritu. En Corintios 5:17 dice: “De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqui todas son hechas nuevas”.
En Isaias 43:25 dice: ” Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo y no me acordare de tus pecados “.
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16
El plan para tu vida
El Plan de Salvación son los pasos bíblicos básicos que nos llevan a concretar y afirmar una relación personal con Dios a través de su Hijo Jesucristo.
Apreciado amigo, si hoy tomaste la decisión de seguir a Cristo, si te reconciliaste con El, si tienes dudas acerca de una decisión anterior o la necesidad de renovar tus votos, te animamos a que cualquiera sea su situación ante el Señor, revises en tu mente y corazón cada uno de estos simples pasos bíblicos y avances hacia una verdadera vida victoriosa en Cristo.
Paso # 1: Dios nos ama
Porque nos ama, desde el principio Dios preparó un lugar para el hombre y la mujer, el cielo. La Biblia lo describe como una ciudad con calles de oro (Apocalipsis 21:21).
Por ello, queremos simbolizar esta afirmación con el color DORADO, el color del cielo.
El mensaje del evangelio son las buenas noticias de que Dios se acercó a nosotros en su hijo Jesús, quien se hizo hombre para alcanzarnos. Por eso, la iniciativa es de DIOS, quien nos creó y nos ama hasta el punto de entregar a Su único Hijo para reconciliarnos con El (Romanos 5:10-11).
Leemos en la Biblia: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16).
Esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación (2 Corintios 5:19).
En el Antiguo Testamento, el profeta Jeremías, 620 años antes de Cristo, escribió estas palabras de Dios a nosotros: Con amor eterno te he amado (Jeremías 31:3).
Y luego leemos lo siguiente en una carta que el apóstol San Juan le escribió a los primeros cristianos: En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados (1 Juan 4:10).
Paso # 2: Todos somos pecadores
El color NEGRO simboliza la vida llena de pecado. Desde el principio de los tiempos, el ser humano utilizó la libertad con que Dios lo creó para apartarse de El y violar Sus leyes.
La palabra pecado tiene dos traducciones literales: una es errar al blanco y la otra es transgredir o traspasar una línea marcada o una cerca.
Dice la Biblia en una carta que San Pablo les escribió a los cristianos de Roma: Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios (Romanos 3:23).
En el principio, el hombre y la mujer pecaron, traspasaron la línea marcada por Dios. Así, toda la humanidad está manchada por ese pecado original. Por eso, de forma natural, el ser humano se inclina a hacer lo malo.
Si tú te crees malo por las cosas que has hecho, déjanos decirte que aun eres peor de lo que crees. Y si tú te consideras bueno porque siempre has llevado una vida decente, déjanos decirte que a pesar de parecer bueno, eres malo. El apóstol San Pablo nos dice en Romanos 3:12:
Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!
Estos deseos naturales de hacer lo malo nos llevan a transgredir las lineas marcadas por Dios. La Biblia declara: Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen.
Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a.luz la muerte (Santiago 1:14-1 5).
Paso # 3: Cristo murió por nosotros
Leemos en Romanos 5:8-9: Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios!
El color ROJO significa la Sangre de Cristo. San Juan escribió en 1 Juan 1:7: La sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.
¿Por qué la SANGRE?
Porque según la antigua ley, sólo un sacrificio que involucre la sangre, es decir, el concepto de la vida misma, es aceptable para ser perdonado.
Porque ya no es la sangre de un animal que los antiguos sacrificaban. Y porque ahora es la vida del Hijo de Dios, puesta en sacrificio, ya no es necesario repetirlo. Una sola vez Jesús murió por ti y ahora ese sacrificio (silo aceptas) es válido para que Dios te perdone.
La victoria no está sólo en su muerte por ti, sino en que luego, RESUCITÓ y hoy está vivo para seguir ayudándote a vivir de acuerdo a Sus reglas, que siempre son las mejores para nosotros, porque somos sus criaturas y nadie mejor que el fabricante para saber qué es lo mejor para lo que creó.
Dice la Biblia en 1 Corintios 15:3-4: Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras.
Paso # 4: Recibo a Cristo en mi corazón y acepto su sacrificio por mí
El color BLANCO representa el corazón limpio. Leemos en Salmo 51:7:
Lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Cuando una persona se arrepiente, cree y acepta el sacrificio de Jesús, Dios la perdona y la acepta como hijo. El apóstol San Juan escribe en Juan 1:12: Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
Aceptar a Cristo es aceptar en un acto de la voluntad la obra redentora de Jesús que nos une nuevamente con Dios y nos salva de las consecuencias del alejamiento.
Aceptar a Cristo es pedirle a Cristo Jesús, en un acto de fe, que entre a lo más profundo de nuestra vida y Su Espíritu renueve nuestro ser interior.
Aceptar a Cristo es algo personal, porque ninguna otra persona puede hacerlo por ti.
Aceptar a Cristo es arrepentirse, de vivir alejado de Dios y de sus consecuencias.
Aceptar a Cristo es algo único, porque, de acuerdo con la misma Palabra de Dios, aceptar a Cristo es encontrar el único camino para llegar a Dios mismo, a su perdón y a la vida abundante y eterna.
Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí (San Juan 14:6).
Paso # 5: Soy salvo y comienzo a crecer en mi nueva vida
El color VERDE simboliza que ahora que aceptaste a Cristo y su sacrificio por ti, eres salvo. Dios ya no te ve tal cual eres, sino que te ve perdonado a través del sacrificio de Jesús. Comienzas a crecer en una nueva vida con esperanza, con un motivo, con un norte al cual dirigirte.
La Biblia dice en 1 Juan 5:12-13 que ahora tienes vida eterna: El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. En San Juan 10:27-28, Jesús te dice: Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.
Paso # 6: Me aparté del camino del Señor y quiero regresar
Cualquiera que sea el motivo, luego de ser parte de la familia de Dios al haber aceptado a Cristo en tu corazón, te alejaste de Sus enseñanzas, El te está llamando para que regreses a casa, al lugar de donde nunca debieres haber salido y hoy te extiende nuevamente Su mano.
La Biblia dice en 1 Juan 1:9: Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. También dice en Proverbios 28:13: Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón.
Así que ahora mismo confiésale al Señor tus pecados, pídele perdón con arrepentimiento, que significa el firme deseo de no volver a cometer los mismos errores que te llevaron a la situación actual y reintégrate a la iglesia a disfrutar de formar parte de la familia de Dios.
Si al llegar a este lugar, Ud experimenta una necesidad de comenzar una nueva relacion personal con Jesús, repita en voz alta la siguiente oracion de arrepentimiento.
ORACIÓN DE ARREPENTIMIENTO
Padre celestial, reconozco que soy pecador(a). Me arrepiento de mis pecados. Creo que Jesucristo murió por mis pecados, que resucitó de la tumba y que vive para siempre. Le abro la puerta de mi corazón y de mi vida, y recibo al Señor Jesús como mi Salvador. Deseo que El sea el Señor de mi vida. Gracias por salvarme. En el nombre de Jesús, amén
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