Novedades
miércoles, 19 de octubre de 2011
Tradiciones y símbolos de haloween
Etiquetas:
Tradiciones y símbolos de haloween
|
0
comentarios
martes, 17 de mayo de 2011
Ya soy salvo, ahora que,,,
1. Asegúrese de entender la salvación.
1 Juan 5:13 nos dice, “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna”. Dios quiere que entendamos la salvación. Dios quiere que tengamos la confianza de saber con seguridad que somos salvos. Vayamos brevemente a los puntos clave de la salvación:
(a) Todos hemos pecado. Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios (Romanos 3:23).
(b) Merecemos ser castigados con la separación eterna de Dios, a causa de nuestro pecado (Romanos 6:23).
(c) Jesús murió en la cruz para pagar la penalidad por nuestros pecados (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21).
(d) Dios otorga perdón y salvación a todos aquellos que ponen su fe en Jesús – confiando en Su muerte, como pago por nuestros pecados (Juan 3:16; Romanos 5:1; Romanos 8:1).
¡Ese es el mensaje de salvación! Si ha puesto su fe en Jesucristo como su Salvador, usted es salvo! Todos sus pecados son perdonados, y Dios promete nunca dejarlo o desampararlo (Romanos 8:38-39; Mateo 28:20). Recuerde, su salvación está segura en Jesucristo (Juan 10:28-29). ¡Si usted confía solo en Jesús como su Salvador, puede tener la confianza de que va a pasar la eternidad con Dios en el cielo!
2. Encuentre una buena iglesia que enseñe la Biblia.
No piense en la iglesia como un edificio. La iglesia es la gente. Es muy importante que los creyentes en Jesucristo tengan compañerismo unos con otros. Ese es uno de los propósitos principales de la iglesia. Ahora que usted ha puesto su fe en Jesucristo, le animamos firmemente a encontrar por su sector, una iglesia creyente en la Biblia, hable con el pastor. Hágale saber acerca de su nueva fe en Jesucristo.
Un segundo propósito de la iglesia, es enseñar la Biblia. Usted puede aprender cómo aplicar las enseñanzas de Dios en su vida. Entender la Biblia es la clave para vivir una vida Cristiana exitosa y poderosa. 2 Timoteo 3:16-17 dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Un tercer propósito de la iglesia es la adoración. ¡La adoración es dar gracias a Dios por todo lo que ha hecho! Dios nos ha salvado. Dios nos ama. Dios es nuestro proveedor. Dios nos guía y nos dirige. ¿Cómo no agradecerle? Dios es santo, justo, cariñoso, misericordioso, y lleno de gracia. Apocalipsis 4:11 declara, “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.
3. Aparte cada día un tiempo para enfocarse en Dios.
Es muy importante para nosotros cada día, pasar tiempo enfocándonos en Dios. Algunas personas denominan a este, un “tiempo a solas.” Otros lo llaman “tiempo de devoción,” porque este es un tiempo cuando nos dedicamos a Dios. Algunos prefieren apartar tiempo en las mañanas, mientras otros prefieren el atardecer. No importa cómo denomine a este tiempo o cuándo lo haga. Lo que importa es que usted pase regularmente tiempo con Dios. ¿Qué eventos preparan nuestro tiempo con Dios?
(a) Oración.- La oración sencillamente es hablar con Dios. Hablar con Dios acerca de sus preocupaciones y problemas. Pedir a Dios que le de sabiduría y guía. Pedir a Dios que provea sus necesidades. Decirle a Dios cuánto lo ama y cuánto aprecia todo lo que hace por usted. De eso se trata la oración.
(b) Lectura bíblica.- Además de recibir enseñanza Bíblica en la iglesia, en la Escuela Dominical, y/o en los estudios bíblicos – es necesario que lea la Biblia por usted mismo. La Biblia contiene todo lo que necesita conocer a fin de vivir una vida Cristiana exitosa. Esta contiene la guía de Dios para tomar decisiones sabias, cómo conocer la voluntad de Dios, cómo ministrar a otros, y cómo crecer espiritualmente. La Biblia esencialmente es el manual de enseñanza de Dios para saber cómo vivir nuestra vida de una manera que le agrademos y nos sintamos satisfechos.
4. Desarrollar relaciones con gente que puede ayudarnos espiritualmente.
1 Corintios 15:33 nos dice, “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” La Biblia está llena de advertencias acerca de la influencia que la gente “mala” puede tener sobre nosotros. Pasar tiempo con aquellos que se ocupan de actividades pecaminosas, va a causar que seamos tentados por aquellas actividades. El carácter de aquellos que nos rodean va a “pegarse” en nosotros. Por esa razón es tan importante rodearnos de otra gente que ama al Señor y está comprometida con El.
Trate de encontrar un amigo o dos, talvez de su iglesia, alguien quien pueda ayudarlo y animarlo (Hebreos 3:13; 10:24). Pida a sus amigos que lo mantengan responsable con respecto a su tiempo a solas, sus actividades, y su caminar con Dios. Pregúnteles si usted puede hacer lo mismo por ellos. Esto no significa que tiene que abandonar a todos sus amigos que no conocen al Señor Jesús como su Salvador. Siga siendo su amigo y ámelos. Simplemente permítales conocer que Jesús ha cambiado su vida, y que no puede hacer todas las mismas cosas que solía hacer. Pídale a Dios que le de oportunidades para compartir de Jesús con sus amigos.
5. Bautizarse.
Mucha gente malentiende el bautismo. La palabra “bautizar” significa sumergir en agua. El bautismo es la manera bíblica de proclamar públicamente su nueva fe en Cristo y su compromiso de seguirle. La acción de ser sumergido en agua ilustra el ser enterrado con Cristo. La acción de salir del agua ilustra la resurrección de Cristo. Bautizarse es identificarse con la muerte, entierro y resurrección de Jesús (Romanos 6:3-4).
El bautismo no es lo que lo salva. El bautismo no le quita sus pecados. El bautismo simplemente es un paso de obediencia, una proclamación pública de su fe solo en Cristo para salvación. El bautismo es importante porque es un paso de obediencia – declarar públicamente la fe en Cristo y su compromiso con El. Si usted está listo para ser bautizado, debe hablar con un pastor.
1 Juan 5:13 nos dice, “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna”. Dios quiere que entendamos la salvación. Dios quiere que tengamos la confianza de saber con seguridad que somos salvos. Vayamos brevemente a los puntos clave de la salvación:
(a) Todos hemos pecado. Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios (Romanos 3:23).
(b) Merecemos ser castigados con la separación eterna de Dios, a causa de nuestro pecado (Romanos 6:23).
(c) Jesús murió en la cruz para pagar la penalidad por nuestros pecados (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21).
(d) Dios otorga perdón y salvación a todos aquellos que ponen su fe en Jesús – confiando en Su muerte, como pago por nuestros pecados (Juan 3:16; Romanos 5:1; Romanos 8:1).
¡Ese es el mensaje de salvación! Si ha puesto su fe en Jesucristo como su Salvador, usted es salvo! Todos sus pecados son perdonados, y Dios promete nunca dejarlo o desampararlo (Romanos 8:38-39; Mateo 28:20). Recuerde, su salvación está segura en Jesucristo (Juan 10:28-29). ¡Si usted confía solo en Jesús como su Salvador, puede tener la confianza de que va a pasar la eternidad con Dios en el cielo!
2. Encuentre una buena iglesia que enseñe la Biblia.
No piense en la iglesia como un edificio. La iglesia es la gente. Es muy importante que los creyentes en Jesucristo tengan compañerismo unos con otros. Ese es uno de los propósitos principales de la iglesia. Ahora que usted ha puesto su fe en Jesucristo, le animamos firmemente a encontrar por su sector, una iglesia creyente en la Biblia, hable con el pastor. Hágale saber acerca de su nueva fe en Jesucristo.
Un segundo propósito de la iglesia, es enseñar la Biblia. Usted puede aprender cómo aplicar las enseñanzas de Dios en su vida. Entender la Biblia es la clave para vivir una vida Cristiana exitosa y poderosa. 2 Timoteo 3:16-17 dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Un tercer propósito de la iglesia es la adoración. ¡La adoración es dar gracias a Dios por todo lo que ha hecho! Dios nos ha salvado. Dios nos ama. Dios es nuestro proveedor. Dios nos guía y nos dirige. ¿Cómo no agradecerle? Dios es santo, justo, cariñoso, misericordioso, y lleno de gracia. Apocalipsis 4:11 declara, “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.
3. Aparte cada día un tiempo para enfocarse en Dios.
Es muy importante para nosotros cada día, pasar tiempo enfocándonos en Dios. Algunas personas denominan a este, un “tiempo a solas.” Otros lo llaman “tiempo de devoción,” porque este es un tiempo cuando nos dedicamos a Dios. Algunos prefieren apartar tiempo en las mañanas, mientras otros prefieren el atardecer. No importa cómo denomine a este tiempo o cuándo lo haga. Lo que importa es que usted pase regularmente tiempo con Dios. ¿Qué eventos preparan nuestro tiempo con Dios?
(a) Oración.- La oración sencillamente es hablar con Dios. Hablar con Dios acerca de sus preocupaciones y problemas. Pedir a Dios que le de sabiduría y guía. Pedir a Dios que provea sus necesidades. Decirle a Dios cuánto lo ama y cuánto aprecia todo lo que hace por usted. De eso se trata la oración.
(b) Lectura bíblica.- Además de recibir enseñanza Bíblica en la iglesia, en la Escuela Dominical, y/o en los estudios bíblicos – es necesario que lea la Biblia por usted mismo. La Biblia contiene todo lo que necesita conocer a fin de vivir una vida Cristiana exitosa. Esta contiene la guía de Dios para tomar decisiones sabias, cómo conocer la voluntad de Dios, cómo ministrar a otros, y cómo crecer espiritualmente. La Biblia esencialmente es el manual de enseñanza de Dios para saber cómo vivir nuestra vida de una manera que le agrademos y nos sintamos satisfechos.
4. Desarrollar relaciones con gente que puede ayudarnos espiritualmente.
1 Corintios 15:33 nos dice, “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” La Biblia está llena de advertencias acerca de la influencia que la gente “mala” puede tener sobre nosotros. Pasar tiempo con aquellos que se ocupan de actividades pecaminosas, va a causar que seamos tentados por aquellas actividades. El carácter de aquellos que nos rodean va a “pegarse” en nosotros. Por esa razón es tan importante rodearnos de otra gente que ama al Señor y está comprometida con El.
Trate de encontrar un amigo o dos, talvez de su iglesia, alguien quien pueda ayudarlo y animarlo (Hebreos 3:13; 10:24). Pida a sus amigos que lo mantengan responsable con respecto a su tiempo a solas, sus actividades, y su caminar con Dios. Pregúnteles si usted puede hacer lo mismo por ellos. Esto no significa que tiene que abandonar a todos sus amigos que no conocen al Señor Jesús como su Salvador. Siga siendo su amigo y ámelos. Simplemente permítales conocer que Jesús ha cambiado su vida, y que no puede hacer todas las mismas cosas que solía hacer. Pídale a Dios que le de oportunidades para compartir de Jesús con sus amigos.
5. Bautizarse.
Mucha gente malentiende el bautismo. La palabra “bautizar” significa sumergir en agua. El bautismo es la manera bíblica de proclamar públicamente su nueva fe en Cristo y su compromiso de seguirle. La acción de ser sumergido en agua ilustra el ser enterrado con Cristo. La acción de salir del agua ilustra la resurrección de Cristo. Bautizarse es identificarse con la muerte, entierro y resurrección de Jesús (Romanos 6:3-4).
El bautismo no es lo que lo salva. El bautismo no le quita sus pecados. El bautismo simplemente es un paso de obediencia, una proclamación pública de su fe solo en Cristo para salvación. El bautismo es importante porque es un paso de obediencia – declarar públicamente la fe en Cristo y su compromiso con El. Si usted está listo para ser bautizado, debe hablar con un pastor.
sábado, 23 de abril de 2011
¿Qué es el Sábado Santo?
El Sábado Santo es el nombre dado al día entre el Viernes Santo y el Domingo de Pascua. Algunos cristianos reconocen este día como el séptimo día de la Semana Santa, el día en que Jesús "descansó" de su obra de proveer la salvación para el mundo. El Sábado Santo es el día en que Jesús permaneció en la tumba donde había sido enterrado después de Su crucifixión (Mateo 27,59-60; Marcos 15:46, Lucas 23:53-54, Juan 19:39-42). Si una iglesia celebra el Sábado Santo, es tradicionalmente realizado por la observación de un día de reflexión sombría, contemplando el mundo de oscuridad que existiría sin la esperanza de la resurrección de Cristo.
La única referencia bíblica a lo que sucedió el sábado entre la muerte y resurrección de Jesús se encuentra en Mateo 27:62-66. Después de la puesta del sol del sábado, al final del día de reposo - los sumos sacerdotes y fariseos fueron a Poncio Pilato y le pidieron que un guardia se colocara en la tumba de Jesús para evitar que sus discípulos sacaran y llevaran el cuerpo. Se acordaban de que Jesús dijo que resucitaría en tres días (Juan 2:19-21) y querían hacer todo lo posible para evitarlo. Sabemos de los siguientes relatos que los guardias romanos eran insuficientes para impedir la resurrección y los que regresaron a la tumba la mañana del domingo la encontraron vacía. El Señor había resucitado.
viernes, 22 de abril de 2011
¿Qué es el Viernes Santo?
El Viernes Santo es el viernes justo antes del domingo de Pascua. Se celebra tradicionalmente como el día en que fue crucificado Jesús. Si usted está interesado en un estudio de este asunto, por favor, consulte nuestro artículo que trata las diversas opiniones respecto al día en que fue crucificado Jesús. Suponiendo que Jesús fue crucificado y murió el día viernes, ¿los cristianos deben recordar la muerte de Jesús con la celebración del Viernes Santo?
La Biblia no da instrucciones a los cristianos a recordar la muerte de Cristo, honrándolo en un día determinado. La Biblia nos da libertad en estas cuestiones, sin embargo. Romanos 14:5 nos dice: "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” En vez de recordar la muerte de Cristo en un día determinado, una vez al año, la Biblia nos enseña a recordar la muerte de Cristo mediante la observancia de la Cena del Señor. Primera a los Corintios 11:24-26 declara, "... haced esto en memoria de mí ... todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.”
¿Por qué se refiere al Viernes Santo como "santo"? Lo que las autoridades judías y los romanos le hicieron a Jesús definitivamente no era santo (ver Mateo: capítulos 26-27). Sin embargo, ¡los resultados de la muerte de Cristo son muy buenos! Romanos 5:8 "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." Primera de Pedro 3:18 nos dice: " Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu".
Muchas iglesias cristianas celebran el Viernes Santo con un servicio solemne, generalmente por la noche, en el que la muerte de Cristo se recuerda con himnos solemnes, oraciones de acción de gracias, un mensaje centrado en el sufrimiento de Cristo por nosotros, y la observancia de la Cena del Señor. Sea o no que los Cristianos optan por "celebrar" el Viernes Santo, los acontecimientos de ese día deben ser siempre en nuestras mentes, porque la muerte de Cristo en la cruz es el acontecimiento fundamental de la fe cristiana.
¿Fue Jesús crucificado en viernes?
La Biblia no hace una declaración específica en cuanto al día de la semana en que Jesús fue crucificado. Las dos más extendidas opiniones son que en viernes y miércoles. Algunos, sin embargo, usando una síntesis de ambos argumentos, el viernes y miércoles, aceptan el jueves como el día más probable.
Jesús dijo en Mateo 12:40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” Aquellos que opinan que la crucifixión fue en viernes, dicen que existe una manera válida en la cual pudo haberse considerado que ÉL permaneció en la tumba por tres días. En la mentalidad judía del primer siglo, parte de un día era considerado como un día completo. Puesto que Jesús estuvo en la tumba parte del viernes, todo el sábado y parte del domingo, pudieron haber considerado que efectivamente Él estuvo ahí por tres días. Uno de los principales argumentos sobre el viernes se encuentra en Marcos 15:42 donde dice que Jesús fue crucificado “la víspera del día de reposo” (el día anterior al Sabbath o sábado) Si ese era el Sabbath semanal, entonces el hecho nos lleva a la crucifixión el viernes. Otro argumento para el viernes dice que los versos tales como Mateo 16:21 y Lucas 9:22 enseñan que Jesús resucitaría en el tercer día, por lo que ÉL no necesitaría estar en la tumba los tres días y noches completos. Pero mientras algunos traductores usan “en el tercer día” para estos versos, no todos lo hacen, y no todos están de acuerdo que esa sea la mejor manera de traducirlos. Es más, Marcos 8:31 dice que Jesús resucitaría “después” de tres días.
El argumento sobre el jueves se impone sobre la opinión del viernes, y simplemente exponen que hubieron demasiados eventos (algunos cuentan hasta veinte) sucediendo entre la sepultura de Cristo y la mañana del domingo, para que ocurriera del viernes en la tarde al domingo por la mañana. Ellos señalan que este es específicamente un problema, cuando el único día completo entre el viernes y el domingo fue el sábado, el Sabbath judío. Un día extra o dos eliminan ese problema. Los que abogan por el jueves razonan: Supongamos que no has visto a un amigo desde el lunes al anochecer. La siguiente vez que lo ves es el jueves por la mañana y dices, “no te he visto en tres días” , aunque técnicamente solo han pasado 60 horas (2.5 días). Si Jesús fue crucificado en jueves, este ejemplo muestra como pueden ser considerados los tres días.
Los que opinan sobre el miércoles dicen que hubo dos Sabbaths esa semana. Después del primero (el que ocurrió al anochecer de la crucifixión, Marcos 15:42; Lucas 23:52-54) las mujeres compraron las especias. Nótese que las mujeres lo hacen después del sábado (Marcos 16:1). Los que se inclinan a favor del miércoles sostienen que ese “Sabbath” era la Pascua (ver Levíticos 16:29-31; 23:24-32, 39 donde los grandes días sagrados no eran necesariamente uno de los siete días de la semana referido como el Sabbath) El segundo Sabbath de esa semana era un sábado normal. Nótese que en Lucas 23:56, las mujeres que habían comprado las especias después del primer Sabbath, regresaron y prepararon las especias y entonces “descansaron el día de reposo conforme al mandamiento”. El argumento establece que ellas no pudieron haber comprado las especias después del Sabbath, y al mismo tiempo preparar las especias antes del Sabbath, a menos que hubieran dos Sabbaths. Con el punto de vista de los dos Sabbaths, si Cristo fue crucificado en jueves, entonces el gran y sagrado Sabbath (la Pascua) habría comenzado el jueves al nochecer y terminaría el viernes al anochecer, al inicio del Sabbath o sábado semanal. El comprar las especias después del primer Sabbath (Pascua) hubiera significado que ellas las compraron en sábado, quebrantando así la ley.
Por lo tanto, esta opinión declara que, la única explicación que no viola el relato de las mujeres y las especias y se ajusta a la comprensión literal de Mateo 12:40, es que Cristo fue crucificado en miércoles. El Sabbath que fue día santo (Pascua) ocurrió en jueves, las mujeres compraron especias (después de esto) el viernes y regresaron y prepararon las especias ese mismo día, descansando el sábado que era el día de la semana, entonces trajeron las especias a la tumba el domingo muy temprano. ÉL fue sepultado cerca del anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves en el calendario judío. Utilizando un calendario judío, tenemos: el anochecer del jueves (noche uno), día del jueves (día uno), anochecer del viernes (noche dos), día del viernes (día dos), anochecer del sábado (noche tres), día del sábado (día tres). No sabemos exactamente cuándo Él resucitó, pero sí sabemos que fue al amanecer del domingo (Juan 20:1, “...María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.” ) así que Jesús pudo haber resucitado justo después del anochecer del sábado por la noche, el cual iniciaba el primer día de la semana para los judíos.
Un posible problema con la opinión sobre el miércoles, es que los discípulos que caminaron con Jesús yendo a Emaús, lo hicieron “el mismo día” de Su resurrección (Lucas 24:13). Los discípulos, quienes no reconocieron a Jesús, le contaron sobre la crucifixión (24:20) y dijeron que “... hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (24:21). De miércoles a sábado hay cuatro días. Una posible explicación es que ellos pudieron haber contado el sepelio de Cristo desde el anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves judío, y pudieron haber contado como tres días de jueves a domingo.
En el gran esquema de las cosas, no es tan importante saber qué día de la semana fue crucificado Jesucristo. Si fuera tan importante, la Palabra de Dios nos lo hubiera comunicado claramente. Lo que es importante es que Él murió, y que Él, físicamente en su cuerpo mortal, resucitó de entre los muertos. Y también lo que es igualmente importante es la razón por la que Él murió; -- para librarnos del castigo que merecemos todos los pecadores. Juan 3:16 y 3:36 proclaman ambos que creyendo, o poniendo tu confianza en Él ¡resulta para vida eterna!
Jesús dijo en Mateo 12:40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” Aquellos que opinan que la crucifixión fue en viernes, dicen que existe una manera válida en la cual pudo haberse considerado que ÉL permaneció en la tumba por tres días. En la mentalidad judía del primer siglo, parte de un día era considerado como un día completo. Puesto que Jesús estuvo en la tumba parte del viernes, todo el sábado y parte del domingo, pudieron haber considerado que efectivamente Él estuvo ahí por tres días. Uno de los principales argumentos sobre el viernes se encuentra en Marcos 15:42 donde dice que Jesús fue crucificado “la víspera del día de reposo” (el día anterior al Sabbath o sábado) Si ese era el Sabbath semanal, entonces el hecho nos lleva a la crucifixión el viernes. Otro argumento para el viernes dice que los versos tales como Mateo 16:21 y Lucas 9:22 enseñan que Jesús resucitaría en el tercer día, por lo que ÉL no necesitaría estar en la tumba los tres días y noches completos. Pero mientras algunos traductores usan “en el tercer día” para estos versos, no todos lo hacen, y no todos están de acuerdo que esa sea la mejor manera de traducirlos. Es más, Marcos 8:31 dice que Jesús resucitaría “después” de tres días.
El argumento sobre el jueves se impone sobre la opinión del viernes, y simplemente exponen que hubieron demasiados eventos (algunos cuentan hasta veinte) sucediendo entre la sepultura de Cristo y la mañana del domingo, para que ocurriera del viernes en la tarde al domingo por la mañana. Ellos señalan que este es específicamente un problema, cuando el único día completo entre el viernes y el domingo fue el sábado, el Sabbath judío. Un día extra o dos eliminan ese problema. Los que abogan por el jueves razonan: Supongamos que no has visto a un amigo desde el lunes al anochecer. La siguiente vez que lo ves es el jueves por la mañana y dices, “no te he visto en tres días” , aunque técnicamente solo han pasado 60 horas (2.5 días). Si Jesús fue crucificado en jueves, este ejemplo muestra como pueden ser considerados los tres días.
Los que opinan sobre el miércoles dicen que hubo dos Sabbaths esa semana. Después del primero (el que ocurrió al anochecer de la crucifixión, Marcos 15:42; Lucas 23:52-54) las mujeres compraron las especias. Nótese que las mujeres lo hacen después del sábado (Marcos 16:1). Los que se inclinan a favor del miércoles sostienen que ese “Sabbath” era la Pascua (ver Levíticos 16:29-31; 23:24-32, 39 donde los grandes días sagrados no eran necesariamente uno de los siete días de la semana referido como el Sabbath) El segundo Sabbath de esa semana era un sábado normal. Nótese que en Lucas 23:56, las mujeres que habían comprado las especias después del primer Sabbath, regresaron y prepararon las especias y entonces “descansaron el día de reposo conforme al mandamiento”. El argumento establece que ellas no pudieron haber comprado las especias después del Sabbath, y al mismo tiempo preparar las especias antes del Sabbath, a menos que hubieran dos Sabbaths. Con el punto de vista de los dos Sabbaths, si Cristo fue crucificado en jueves, entonces el gran y sagrado Sabbath (la Pascua) habría comenzado el jueves al nochecer y terminaría el viernes al anochecer, al inicio del Sabbath o sábado semanal. El comprar las especias después del primer Sabbath (Pascua) hubiera significado que ellas las compraron en sábado, quebrantando así la ley.
Por lo tanto, esta opinión declara que, la única explicación que no viola el relato de las mujeres y las especias y se ajusta a la comprensión literal de Mateo 12:40, es que Cristo fue crucificado en miércoles. El Sabbath que fue día santo (Pascua) ocurrió en jueves, las mujeres compraron especias (después de esto) el viernes y regresaron y prepararon las especias ese mismo día, descansando el sábado que era el día de la semana, entonces trajeron las especias a la tumba el domingo muy temprano. ÉL fue sepultado cerca del anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves en el calendario judío. Utilizando un calendario judío, tenemos: el anochecer del jueves (noche uno), día del jueves (día uno), anochecer del viernes (noche dos), día del viernes (día dos), anochecer del sábado (noche tres), día del sábado (día tres). No sabemos exactamente cuándo Él resucitó, pero sí sabemos que fue al amanecer del domingo (Juan 20:1, “...María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.” ) así que Jesús pudo haber resucitado justo después del anochecer del sábado por la noche, el cual iniciaba el primer día de la semana para los judíos.
Un posible problema con la opinión sobre el miércoles, es que los discípulos que caminaron con Jesús yendo a Emaús, lo hicieron “el mismo día” de Su resurrección (Lucas 24:13). Los discípulos, quienes no reconocieron a Jesús, le contaron sobre la crucifixión (24:20) y dijeron que “... hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (24:21). De miércoles a sábado hay cuatro días. Una posible explicación es que ellos pudieron haber contado el sepelio de Cristo desde el anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves judío, y pudieron haber contado como tres días de jueves a domingo.
En el gran esquema de las cosas, no es tan importante saber qué día de la semana fue crucificado Jesucristo. Si fuera tan importante, la Palabra de Dios nos lo hubiera comunicado claramente. Lo que es importante es que Él murió, y que Él, físicamente en su cuerpo mortal, resucitó de entre los muertos. Y también lo que es igualmente importante es la razón por la que Él murió; -- para librarnos del castigo que merecemos todos los pecadores. Juan 3:16 y 3:36 proclaman ambos que creyendo, o poniendo tu confianza en Él ¡resulta para vida eterna!
Etiquetas:
Crucificado
|
0
comentarios
¿Jesús fue al Infierno entre Su muerte y resurrección?
¿Fue el alma de Jesús al Infierno durante el tiempo intermedio entre Su muerte y resurrección? Hay una gran confusión respecto a esta pregunta. Este concepto viene primeramente del Credo de los Apóstoles, el cual declara, “Él descendió a los Infiernos.” Hay también algunas Escrituras en las que, dependiendo como estén traducidas, describen a Jesús yendo al “Infierno”. Al estudiar este punto, es importante comprender primeramente lo que la Biblia enseña acerca del “lugar” de la muerte.
En las Escrituras hebreas, la palabra usada para describir el lugar de la muerte es “Sheol”, y simplemente significa “lugar de los muertos” o el “lugar de partida de las almas / espíritus”. La palabra utilizada en el Nuevo Testamento Griego para Infierno es “Hades”, que también se refiere al “lugar de los muertos”. Otras Escrituras en el Nuevo Testamento indican que tanto el Seol como el Hades, son un lugar temporal, donde las almas son guardadas en espera de la resurrección y el juicio final. Apocalipsis 20:11-15 nos da una clara distinción sobre estos dos. Infierno (el lago de fuego) es el lugar final y permanente del juicio para los perdidos. Así que no, Jesús no fue al “Infierno” porque “Infierno” es un lugar futuro que entrará en funciones después del juicio del Gran Trono Blanco. (Apocalipsis 20:11-15)
Seol / Hades es un lugar con dos divisiones (Mateo 11:23; 16:18; Lucas 10:15; 16:23; Hechos 2:27-31), la morada de los salvos y los perdidos. La morada de los salvos era llamada “Paraíso” y “El seno de Abraham”. Las moradas de los salvos y los perdidos estaba separada por “una gran sima” (Lucas 16:26). Cuando Jesús ascendió al Cielo, Él se llevó a los ocupantes (creyentes) del Paraíso con Él (Efesios 4:8-10). El lado de los perdidos en el Seol / Hades, ha permanecido sin cambio. Todos los muertos no creyentes, van ahí para aguardar el futuro juicio final. ¿Fue Jesús al Seol / Hades? Si, de acuerdo con Efesios 4:8-10 y 1 Pedro 3:18-20.
Parte de la confusión proviene de pasajes tales como el Salmo 16:10-11, “Porque no dejarás mii alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida...” La traducción correcta en este verso no es “Infierno” como está en algunas traducciones. Así tenemos que lo correcto es leer “Seol” o “la tumba” Jesús le dijo años más tarde al ladrón que estaba junto a Él en la cruz, “Hoy mismo estarás Conmigo en el Paraíso” Su cuerpo estaba en la tumba; Su alma / espíritu fue al “Paraíso”, lugar del Seol / Hades. Entonces Él sacó del Paraíso a todos los muertos justos, y se los llevó con Él al Cielo. Desafortunadamente, en muchas traducciones de la Biblia, los traductores no son consistentes, o no traducen correctamente el significado de las palabras hebreas y griegas para “Seol”, “Hades”, e “Infierno.”
Algunos opinan que Jesús fue al “Infierno” o sea, al lugar de sufrimiento del Seol / Hades, para ser después castigado por nuestros pecados. ¡Esta idea es completamente antibíblica! Fue suficiente la muerte de Jesús en la cruz y Su sufrimiento en nuestro lugar, lo que proveyó nuestra redención. Fue el derramamiento de Su sangre lo que justificó nuestra limpieza del pecado. (1 Juan 1:7-9). Mientras ÉL colgaba de esa cruz, Él puso sobre Sí mismo la carga del pecado de toda la raza humana “Por nosotros lo hizo pecado”, 2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.” Esta imputación del pecado nos ayuda a comprender la lucha de Cristo en el huerto de Getsemaní con la copa del pecado que sería vertida sobre Él en la cruz.
En las Escrituras hebreas, la palabra usada para describir el lugar de la muerte es “Sheol”, y simplemente significa “lugar de los muertos” o el “lugar de partida de las almas / espíritus”. La palabra utilizada en el Nuevo Testamento Griego para Infierno es “Hades”, que también se refiere al “lugar de los muertos”. Otras Escrituras en el Nuevo Testamento indican que tanto el Seol como el Hades, son un lugar temporal, donde las almas son guardadas en espera de la resurrección y el juicio final. Apocalipsis 20:11-15 nos da una clara distinción sobre estos dos. Infierno (el lago de fuego) es el lugar final y permanente del juicio para los perdidos. Así que no, Jesús no fue al “Infierno” porque “Infierno” es un lugar futuro que entrará en funciones después del juicio del Gran Trono Blanco. (Apocalipsis 20:11-15)
Seol / Hades es un lugar con dos divisiones (Mateo 11:23; 16:18; Lucas 10:15; 16:23; Hechos 2:27-31), la morada de los salvos y los perdidos. La morada de los salvos era llamada “Paraíso” y “El seno de Abraham”. Las moradas de los salvos y los perdidos estaba separada por “una gran sima” (Lucas 16:26). Cuando Jesús ascendió al Cielo, Él se llevó a los ocupantes (creyentes) del Paraíso con Él (Efesios 4:8-10). El lado de los perdidos en el Seol / Hades, ha permanecido sin cambio. Todos los muertos no creyentes, van ahí para aguardar el futuro juicio final. ¿Fue Jesús al Seol / Hades? Si, de acuerdo con Efesios 4:8-10 y 1 Pedro 3:18-20.
Parte de la confusión proviene de pasajes tales como el Salmo 16:10-11, “Porque no dejarás mii alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida...” La traducción correcta en este verso no es “Infierno” como está en algunas traducciones. Así tenemos que lo correcto es leer “Seol” o “la tumba” Jesús le dijo años más tarde al ladrón que estaba junto a Él en la cruz, “Hoy mismo estarás Conmigo en el Paraíso” Su cuerpo estaba en la tumba; Su alma / espíritu fue al “Paraíso”, lugar del Seol / Hades. Entonces Él sacó del Paraíso a todos los muertos justos, y se los llevó con Él al Cielo. Desafortunadamente, en muchas traducciones de la Biblia, los traductores no son consistentes, o no traducen correctamente el significado de las palabras hebreas y griegas para “Seol”, “Hades”, e “Infierno.”
Algunos opinan que Jesús fue al “Infierno” o sea, al lugar de sufrimiento del Seol / Hades, para ser después castigado por nuestros pecados. ¡Esta idea es completamente antibíblica! Fue suficiente la muerte de Jesús en la cruz y Su sufrimiento en nuestro lugar, lo que proveyó nuestra redención. Fue el derramamiento de Su sangre lo que justificó nuestra limpieza del pecado. (1 Juan 1:7-9). Mientras ÉL colgaba de esa cruz, Él puso sobre Sí mismo la carga del pecado de toda la raza humana “Por nosotros lo hizo pecado”, 2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.” Esta imputación del pecado nos ayuda a comprender la lucha de Cristo en el huerto de Getsemaní con la copa del pecado que sería vertida sobre Él en la cruz.
Etiquetas:
resurreccion
|
0
comentarios
Suscribirse a:
Entradas (Atom)